Infraestructuras
Las obras para cambiar cañerías del agua a Cala Romana, en octubre
La empresa Ematsa sustituirá 6.522 metros de tubos de uralita instalados en los años 90
Los 6.522 metros de cañerías de agua que configuran la red de abastecimiento de Cala Romana empezarán a ser sustituidos el próximo mes de octubre, según ha informado el Ayuntamiento en esta redacción. La red de conducción de aguas de Ematsa son de uralita, un material prohibido y que no se puede utilizar desde los años 90 a causa de su toxicidad. Las obras se harán por fases, aplicando un calendario que decidirán el adjudicatario del proyecto y las partes interesadas. El periodo de tiempo para llevar a cabo el cambio de todas las cañerías tendrá una duración máxima de cuatro meses, según las previsiones.
Las obras empezarán «a mediados de octubre», una vez «superada la temporada de verano», con la finalidad «de ocasionar las mínimas molestias posibles a las personas que residen en Cala Romana», indicaron fondos municipales. El Ayuntamiento prevé aprobar el proyecto en el plenario que celebrará este mes de septiembre.
Ematsa invertirá cerca de un millón de euros para proceder en cambiar las cañerías de uralita por otros homologadas. El estado de conservación de las actuales no es el adecuado, por el deterioro que han sufrido a lo largo de las últimas décadas para el uso. En esta zona del término municipal de Tarragona, el rendimiento de la red es de entre el 60% y el 65%. Los escapes son constantes y afecta al abastecimiento, por lo cual se produce una importante pérdida de agua.
La empresa responsable de la aportación de agua en los domicilios de Tarragona estima que, con las nuevas cañerías, de fundidora, el rendimiento de la red aumentará hasta el 85%, situándose en la media de Ematsa, que establece una eficiencia superior al 80%. Este resultado es considerado en el sector como muy satisfactoria, ya que se considera prácticamente imposible evitar escapes.
La previsión es que el cambio de las cañerías de uralita por las de fundidora mejorará el servicio de suministro de agua además de 360 clientes residentes en Cala Romana. Aunque en la ciudad de Tarragona hay más kilómetros de cañerías que tienen que ser sustituidas por otros de modernas y más efectivas, desde de EMATSA se considera que la actuación en Cala Romana es «prioritaria».
Si se cumple el calendario inicialmente previsto por la ejecución de la obra, antes de que finalice el próximo invierno habrán desaparecido todas las cañerías de uralita que, actualmente, llevan el agua hasta los domicilios de Cala Romana.