La CUP reprocha a Buch que «defienda» la presencia de «fuerzas de ocupación» y «persiga» la izquierda independentista

La diputada de la CUP Maria Sirvent ha cargado este viernes contra el conseller de Interior, Miquel Buch, a quien ha acusado de ser responsable de procedimientos que «persiguen» e «intentan criminalizar» la izquierda independentista y los movimientos que apuestan por la «disidencia política». Durante un acto político en Tarragona, dentro de la campaña ‘Ni una más’, Sirvent también ha reprochado al conseller que muestre «una gran pasividad ante la represión y la impunidad de la extrema derecha», pero que «compare la actividad de los CDR con los ataques fascistas». La CUP ha rechazado también que el conseller compareciera el jueves con el ministro del Interior «bajo el pretexto del orden público y de una falsa neutralidad, a defender las fuerzas de ocupación». «Nosotros ni olvidamos, ni perdonamos. Los derechos no se negocian, los derechos se ejercen», ha aseverado Sirvent. Durante el acto, que ha reunido a más de 200 personas, la CUP y la Alerta Solidaria han llamado a «autoorganizarse» para vencer la represión que afecta, no sólo a los dirigentes políticos, sino a un amplio abanico de ciudadanos.

Sirvent ha instado a la ciudadanía a autoorganizarse y a movilizarse «hasta las últimas consecuencias» de cara «al próximo gran embate del gobierno español» contra la soberanía popular y la defensa de la autodeterminación. La diputada ha opinado que las estrategias jurídicas basadas en la obediencia «no pueden formar de una estrategia colectiva ni pueden condicionar la acción de los movimientos populares» porque eso, ha dicho, «daría alas a la represión y retrocederíamos en la consecución de los objetivos políticos».

Durante el acto de ‘Ni una más’ en Tarragona, la exdiputada de la CUP Mireia Boya ha insistido que «la gran lección a retener» del pasado otoño es que «un pueblo movilizado y organizado es imparable». El Estado, ha dicho, «lo sabe y por eso selecciona quirúrgicamente a quién represaliar». De cara al juicio para el 1-O, Boya ha advertido que no irán a defenderse, sino «a acusar a un sistema podrido, corrupto, mafiosos, autoritarios, franquistas, violentos, injustos y parciales». «No nos esconderemos. Si nos juzgan tribunales políticos, la defensa no será jurídica, será colectiva», ha remachado. Asimismo, Boya ha pedido que la reacción no llegue después de que se conozcan unas sentencias «que ya están escritas, sino que la movilización se haga desde el inicio del juicio. «Cuidémonos, acusémoslos, organicémonos y alcémonos», ha pedido.

La portavoz del Secretariado Nacional de la CUP, Laia Estrada, ha advertido que el aparato del Estado tiene el doble objetivo de conseguir «la desmovilización y la desmemoria» de los catalanes, porque «tuvimos la capacidad de generar el mayor seísmo en la democracia reciente del estado español y lo hicimos desobedeciendo, de forma masiva, valiente, solidaria y no violenta». Según Estrada, el Estado «demofòbic» aplica a los catalanes «una doctrina de choque de manual» y, a su parecer, «desafortunadamente parece que está proporcionando los efectos deseados en algunos sectores de algunas formaciones políticas de nuestra casa». La portavoz del Secretariado Nacional ha llamado también a combatir la represión y «cualquier fórmula de processisme que nos secuestre con prácticas autonomistas».

A su vez, la portavoz de Alerta Solidaria, Maria Josep Martínez, ha avisado de que la represión tiene como objetivo «el miedo» y también ha acusado al conseller Buch de ser «responsable del fortalecimiento de la maquinaria represiva del Estado». Martínez ha pedido combatirlo con el asamblearismo y la autoorganización, sin perder de vista «objetivos políticos» como es la consecución de la República.

El acto organizado por la CUP y Alerta solidaria -organización de la Izquierda Independentista- en el Palacio de Congresos de Tarragona también ha contado con las intervenciones registradas de Anna Gabriel, Tamara Carrasco y Adrià Carrasco. También ha participado Vítor M. Cabral, del CDR de Agramunt y la Ribera; Gloria Balada, del CDR Tarragona; Josep Lluís Alcázar, del grupo de apoyo a las 9 del Palau, y el alcalde de Verges, Ignasi Sabater, quién ha opinado que la estrategia de la represión «tan solo consigue arraigar el anhelo de libertad».

El de este viernes ha sido uno de los actos centrales de la campaña puesta en marcha el pasado mes de febrero para hacer frente «a la vulneración de los derechos civiles y políticos derivada de la persecución y criminalización del movimiento independentista desde el pasado 9 de noviembre de 2014». El acto ha sido una muestra de solidaridad con «todas las personas que han sufrido represión política a raíz del 1 de octubre y las movilizaciones posteriores» y ha querido dar visibilidad, explícitamente, a testigos de la «represión más arrinconada e invisibilizada».