Los lazos amarillos vuelven a la muralla de Tarragona
El CDR de la Parte Alta advierte que «sólo desaparecerán de las calles el día que los rehenes políticos catalanes sean liberados y el día que los exiliados puedan volver a casa»
La muralla de Tarragona vuelve a tener lazos amarillos colgados en apoyo de los «presos políticos y exiliados». Esta es la tercera vez que se cuelgan en la muralla, al lado del Portal del Roser, en la red metálica que hay para proteger de las palomas uno de los patrimonios de la humanidad.
El alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros, ya anunció que no se dedicaría a «perseguir y quitar» los lazos amarillos pero que si estos se encontraban en un lugar declarado patrimonio de la humanidad sí que los retiraría, y así lo hizo en las dos veces anteriores que se colgaron.
El CDR de la Parte Alta de Tarragona ha vuelto ha colocar los lazos amarillos en el mismo lugar y ha expresado que «sólo desaparecerán de las calles el día que los rehenes políticos catalanes sean liberados y el día que los exiliados catalanes puedan volver a su» casa, y ha añadido que no los podrán silenciar por mucho que «les insulten, agredan o criminalicen».