Ballesteros aprovecha la ofrenda de la Festividad para remarcar su rechazo al encarcelamiento de los presos independentistas
Los gritos y las pitadas contra el alcalde disminuyen sensiblemente con respecto a la anterior festividad, cuando se había negado a ceder espacios municipales para el referéndum del 1-O
Multitudinaria ofrenda floral en el monumento de Rafel Casanova en Tarragona
La ofrenda a Rafael Casanova ha transcurrido este año con una menor tensión con respecto a la del último año. El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ha recibido una tímida pitada al inicio de su alocución y contados insultos, lejos de la enorme bronca que sufrió el 11 de septiembre del 2017, en plena polémica por|para la no cesión de los equipamientos de titularidad municipal para la ejecución del referéndum del 1-O.
El alcalde tarraconense ha reivindicado, en su discurso, el diálogo y la convivencia. «Hay que destacar que somos capaces de mantener la convivencia, el con respecto a la libertad de todos», ha indicado, haciendo un llamamiento en que «la convivencia no se deteriore, aunque algunos extremos la intentan tensar». Ballesteros ha puesto especial énfasis en el carácter solidario de los catalanes: «Somos gente solidaria como lo hemos demostrado en los casos del Aquarius y del Open Arms. En pocos países pasa eso. Hemos dicho, queremos acoger, y tenemos que acoger, por dignidad».
De entre los más de 200 ciudadanos presentes en el acto, más de una veintena de asistentes han levantado pancartas pidiendo la libertad de los políticos encarcelados y de otros dónde se mostraban imágenes del referéndum del 1-O y de las duras cargas policiales llevadas a cabo por los cuerpos policiales estatales. El alcalde Tarragona ha manifestadoque le sabe «muy» mal «las detenciones provisionales» de los políticos independentistas, que ha calificado «desproporcionadas». El primer edil ha remarcado su deseo de «que salgan» de la prisión. «Deseo que salgan, no tengo ningún inconveniente en reconocer que deseo que salgan», ha concluido.
