Noemí Sans: Autora del libro 'El drac vermell'
«Quería profundizar en la idea de que, si quieres algo y eres valiente, lo puedes conseguir»
«El drac vermell», el sexto volumen de los Contes del Seguic editado por la Associació Amics de la Colla Jove i Insitu, está dedicado al Drac de Sant Roc
—¿Qué historia nos explica este cuento?
—Es la historia de Ferran, Jaume y Paqui, tres niños que viven en la calle Cós del Bou de Tarragona, y que durante unas fiestas se encuentran un dragón escondido en unos bajos de la calle Trinquet Vell. El dragón está triste porque no es como los otros: no vuela, ni escupe fuego, ni asusta. Los niños intentan cuidarlo con agua de Sant Roc, pero no lo consiguen. Así que decide marcharse, pero antes, los niños le explican que la madre siempre les dicen que la fuerza de voluntad, el coraje y el deseo te llevan allí donde quieres. Pasan los años, hasta que un día el dragón recuerda a aquellos niños y decide volver. Se encuentran en el mismo rincón de Trinquete Vell, y como la bestia ha tenido la fuerza de voluntad, el coraje y el deseo, los niños lo cogen y finalmente puede ‘volar’. Es decir, tirar fuego y ser el dragón que todos conocemos.
—Es una historia bonita, con una doble lectura.
—Sí, es un cuento que permite profundizar en la idea de que, si deseas mucho algo y eres valiente, lo puedes conseguir. Yo tengo dos niños, y siempre les digo que, de cada cosa que les pase, se queden siempre con la parte buena. Además, tal como se dice en el final del cuento, si crees en ti mismo e intentas conseguir algo, si al final no lo consigues, al menos te habrás acercado mucho. En cambio, si sólo te lamentas y te lamentas, te quedas donde estabas.
—También hay una historia escondida detrás de los tres protagonistas. ¿Quiénes son, estos tres niños?
—Jaume, Ferran y Paqui son Jaume Ollé, Ferran Ventura y Paqui Cantos. Ellos tres son las personas que tuvieron la idea de recuperar el dragón haciendo unas cañas en el Bar Pepito, que también sale al cuento.
—¿El cuento quiere ser también un homenaje a las entidades que hacen posible la fiesta?
—Sí, yo soy partidaria de que las personas estén en las entidades, pero sin agarrotarse. Y el Drac de Sant Roc es un grupo que ha sabido mantener a estas tres personas, pero sin que estén al frente. Las ha cuidado, mimado y respetado mucho, y a la vez, estas tres personas dejan hacer, y eso me parece muy interesante, pienso que no hay que estar treinta años al frente de las entidades, se tiene que saber delegar, y ellos lo han sabido hacer muy bien.
—¿Por qué escogió el Drac para su cuento?
—Porque es un elemento que me resulta muy querido, quizás por la gente que hay. Es una entidad pequeña, pero también muy abierta, nunca hay problemas, y hay muy buen ‘rollo’.
—En esta aventura literaria se ha visto acompañada del ilustrador Edu Polo. ¿Cómo ha sido el trabajo de confección del cuento?
—Edu es una persona muy abierta y conocida, ha dibujado mucho la fiesta, y el Drac ya lo conocía porque había hecho las banderolas de las fiestas de Cós del Bou.
—¿Cómo valora el hecho de que una entidad haga esta labor de difusión del patrimonio festivo entre los pequeños?
—Es una pasada. Este es el número seis y lo han hecho en cinco años, porque un año sacaron dos. Valoro mucho esta iniciativa, y más por el hecho de que al frente haya una asociación y no una entidad pública. Es cierto que los chiquillos tienen el ‘Santa Tecla a l'escola’, pero con los cuentos también implicas a la familia. Y, además, el cuento se queda en casa todo el año.
—Comentaba que tiene dos hijos. ¿Qué recibimiento le han hecho?
—Ellos son un filtro importante, y como tienen edades diferentes, cada uno entiende una cosa. He querido que fuera para todas las edades y que, como he dicho antes, se trabajaran las emociones. Además, tiene un lenguaje muy sencillo, y si una palabra no se entiende, se puede sustituir fácilmente por otra.