La Baixada clama por la libertad
La Mulassa, con un vestido amarillo, y la Áliga, con flores amarillas, piden la libertad de los «presos políticos»
La Baixada ha reunido a miles de personas a lo largo de todo el recorrido que ha empezado a las doce de la noche en el pla de la Seu y ha acabado alrededor de las tres de la madrugada en la plaza de la Font. Un año más, algunos de los elementos que participan en la Baixada han aprovechado para enviar mensajes reivindicativos, como es el caso de la Áliga y la Mulassa que han reclamado la libertad de los políticos independentistas presos.
La Áliga, la primera en empezar la bajada, ha lucido unas flores amarillas en el pico, y ha aparecido por las escaleras de la Catedral al ritmo de Els Segadors, momento en que, casi toda la plaza, ha empezado a cantar. Después, como es habitual, ha bajado las escaleras a ritmo del Amparito. Los portadores han considerado que el encarcelamiento de los líderes políticos «va más allá del debate sobre la independencia» y han denunciado la «ruptura de derechos fundamentales, como la libertad de expresión» y condenado «las represalias y judicialización de una cuestión política». Aparte de mensajes de libertad, los integrantes de la Áliga han lucido una camiseta amarilla con un mensaje donde se podía leer «Va por ti, Dani», en homenaje al sauquillo Dani Grant, que murió a principios de año.
El siguiente al aparecer ha sido la Mulassa con un niño en el lomo pero justo cuando empezaba a bajar las escaleras, se ha detenido y se ha cambiado el habitual vestido verde por uno amarillo para reclamar también la libertad de los «presos políticos». Con estos dos elementos, las reivindicaciones se han acabado. Sólo faltaba para bajar el León que lo ha hecho con un sombrero, tapando la habitual corona real, y con uno 25 hecho con luces para celebrar su 25º aniversario. Finalmente, han cerrado a la comitiva la botella de Chartreuse verde de Chargrossos y el brazo de Santa Tecla.