Tarragona resiste a los malos pronósticos turísticos con una leve desaceleración de la ocupación
Los Juegos Mediterráneos no tienen incidencia en el volumen de visitantes
Tarragona ha aguantado ante las previsiones que apuntaban a un claro descenso del turismo durante este verano y ha obtenido cifras que casi igualan las del 2017, año considerado de récord. Durante los tres meses veraniegos, la ocupación en la ciudad se ha situado en el 78% -cuándo el año pasado justo fregaba el 79%. Se han registrado unas 700.000 pernoctaciones, lo que representa un descenso del 2%, si bien han crecido un 3,2% respecto del 2016. El Ayuntamiento de Tarragona valora positivamente estos datos, mientras que el conjunto de la Costa Daurada podría cerrar temporada con un balance no tan satisfactorio. Más de la mitad de los turistas que se alojan en la ciudad vienen en familia y la mayoría son catalanes -a diferencia del visitante de la Costa Daurada, que es sobre todo extranjero. El legado romano sigue siendo el principal motivo de su estancia en Tarragona. La celebración de los Juegos Mediterráneos no ha comportado un impacto directo en el volumen de visitantes, si bien desde el Patronato de Turismo se confía en que la imagen de ciudad ha salido reforzada y que, en un futuro, se podrá constatar.
«Los Juegos duraron diez días y en un periodo tan corto es difícil que pueda modificar cifras; en todo caso, a diferencia de otras destinaciones, no nos hemos caído y hemos aguantado mejor este año, posterior al 2017 que fue de récord, nos hemos mantenido de manera muy digna con cifras casi similares y seguramente los Juegos han contribuido», ha manifestado, con optimismo, el gerente del Patronato de Turismo de Tarragona, Angel Arenas.
Los datos facilitados por el Observatorio del Parque Científico y Tecnológico de Turismo y Ocio de Cataluña constatan que la ciudad ha obtenido una buena ocupación turístico. Aixi, este mes de agosto se ha situado en el 90,2%, muy similar a la del 2017 -que fue del 90,5%- y superior a la del 2016 -86%. «Más que descenso, yo lo definiría de cierto paro, pero podemos estar muy satisfechos», ha dicho la concejala de Turismo, Inma Rodríguez.
Del 15 de junio al 15 de septiembre el empleo|ocupación ha sido del 78%. En los hoteles, la media ha estado del 73% -un descenso del 3% respecto del 2017- y en los campings del 80% -prácticamente exacto que el año pasado. Como novedad que se ha incorporado en el balance, los alojamientos han puntuado la marcha de su negocio. Los hoteles han puesto a un 6,2 -peor nota este verano que en el 2017- mientras que los campings han subido la nota: un 7,2.
Más del 50% del turismo es nacional. El perfil medio del turista es el de una familia con niños que viaja en coche, proveniente de Cataluña u otros puntos de España que se aloja en un camping durante cinco días. En relación a los turistas que están de visita a la ciudad, pero no hacen noche, destaca que la gran mayoría son barceloneses. El legado romano, ir de compras y pasear por la parte alta son los principales atractivos para los turistas.