Medio millar de tarraconenses se concentran en los colegios electorales para rememorar el 1-O

Cerca de medio millar de tarraconenses se han congregado este domingo por la mañana en las puertas de los colegios electorales donde votaron el 1-O en una jornada reivindicativa de cariz festivo, sin incidentes. Los colegios se han llenado de urnas, lazos amarillos, murales y carteles simbólicos indicando que en aquel punto se pudo votar. Durante todo el día ha imperado una estampa de serenidad muy diferente a la que algunos de estos colegios vivieron ahora hace un año atrás, especialmente en torno a la plaza Imperial Tarraco, como el IES Tarragona, uno de los puntos de más tensión -y más heridos- durante las cargas policiales. La Imperial Tarraco se ha convertido en el punto de rencontre e inicio de una movilización hasta otro instituto del extrarradio, l'IES Conde de Ríos, donde también se registraron daños por la intervención policial durante el 1-O y que ha servido de punto y final de la jornada. Desde la Plataforma 1 de octubre se valora muy positivamente el desarrollo de los actos de este domingo y ya se piensa en acciones para este lunes que no se quieren desvelar.

«Mañana pasarán muchas cosas», ha adelantado a una representante de la plataforma. «La intención era reencontrarnos en las escuelas desde donde se había defendido el 1 de octubre y el fin de semana previo; en Tarragona hubo 17 colegios y hoy queríamos destacar 5, pero al final han acabado siendo más porque espontáneamente se han añadido concentraciones; ha sido un acto bonito en el cual han salido muchos sentimientos», ha dicho la joven, desde el IES Conde de Ríos, en el barrio de Sant Pere i Sant Pau. «En los barrios también hubo violencia y represión, no los podemos olvidar; es un día reivindicativo y también festivo, celebramos que plantamos cara a un estado», ha sentenciado.

La jornada ha arrancado puntualmente a las once de la mañana. Los primeros que se concentraban en el Instituto Tarragona quedaban sorprendidos al encontrarse con un folletín en el cual se informaba en que la dirección del centro no había permitido su abertura para este acto de recuerdo del 1-O. Jesús Baduell es uno de los que hay acercada esta mañana. No olvida los golpes y cómo le rompieron dos costillas. Su denuncia no ha prosperado. No se pudo identificar el policía que lo agredió. «Tengo muy mal recuerdo, ofrecimos resistencia pasiva y va ser tratados cómo se ha visto en las televisiones, pero no se ha hecho una difusión amplia, se ha escondido», ha lamentado.

Rememora el 1-O con «serenidad», dice. «No será un objetivo fácil, pero hay que aprovechar esta oleada que ha cuajado en la población, que creo está más convencida que los propios políticos; no podemos desfallecer, tenemos que ser todos y eso no puede parar», ha concluido. Mientras tanto, un grupo de personas depositaba margaritas amarillas y lazos en la valla del instituto, una imagen que se ha reproducido en el resto de colegios. Decenas y decenas de tarraconenses se han concentrado en espacios como la antigua fábrica Chartreuse, los institutos Martí y Franquès, Pons de Icart o a la Tarragona, dónde unos niños han sido los encargados de colgar el cartel que acredita que allí se votó.

Después de las concentraciones en los respectivos colegios, los participantes se han congregado en la Imperial Tarraco desde donde ha arrancado una manifestación, con gritos d'«independència» y «1 de octubre, ni olvido ni perdón», hasta el Instituto Comte de Rius. En este centro los efectivos de la policía española rompieron el cristal de la entrada y se llevaron los diez ordenadores de la biblioteca. También reventaron puertas y armarios ante la sospecha de que allí se podía ocultar material del referéndum. Hoy muchos todavía recordaban aquel momento. Las urnas, sin embargo, hoy han tenido otro uso. De hucha para donativos en la caja de resistencia a cambio de un refresco.