Tarraco, a vista de pájaro gracias a un grupo de investigadores de la Rovira i Virgili
El proyecto ‘Tarraco 360’ recoge el trabajo científico de investigadores y arquitectos de la URV y muestra en 3D el aspecto que tenía la ciudad hace 2.000 años
Hace 2.000 años el Circo Romano de Tarraco, de 350 metros de largo por 100 de ancho, ocupaba el espacio donde hoy se asienta la plaza de la Font. Unos metros arriba, el Foro Provincial, uno de los más grandes de todo el Imperio romano y, desde donde se exaltaban los dirigentes de la provincia de la Tarraconensis, se desplegaba majestuosamente al núcleo de la Part Alta. Finalmente, en el punto más elevado de la ciudad, los romanos rendían culto a los sus dioses en el Templo de Augusto, donde actualmente descansa la catedral gótica de la ciudad. Desde hace décadas, vecinos y turistas pueden visitar los escombros y los pequeños restos que todavía conviven entre los tarraconenses. No obstante, resulta complicado hacerse una idea de cómo era el aspecto global de Tarraco , con excepción del anfiteatro que conserva gran parte de su estructura.
Desde el pasado 27 de septiembre, el proyecto Tarraco 360 permite ver a vista de pájaro la superficie de la ciudad. El proyecto, disponible a la página web www.tarraco360.com es el resultado de años de trabajo del grupo de investigación SETOPANT (Seminario de Topografía Antigua), un equipo formado por investigadores, profesores y arquitectos de la Universidad Rovira i Virgili y el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC).
Desde un ordenador, tableta y también un teléfono móvil, el visitante puede explorar y conocer el aspecto de la ciudad, que 2.000 años atrás ocupaba la mitad de la superficie actual. Un mapa en 3D dibuja claramente el perímetro de la antigua ciudad y muestra a las conocidas como las tres terrazas de la ciudad (Templo de Augusto, Foro Provincial y Circo). El catedrático de Arqueología de la URV, Joaquín Ruiz de Arbulo, explica que el circo está entero, pero se encuentra dentro de los edificios. Este proyecto web, realizado con la colaboración de la Fundación Privada Mutua Catalana, permite ver la dimensión total del circo en el contexto actual de Tarragona. «La ciudad es una cebolla. Lo que hacemos se ir sacando las capas a la cebolla para entender cómo se ha formado la ciudad», describía a este investigador ayer a este diario. Arbulo lidera el grupo de investigación SETOPANT, que se encarga de «el análisis arqueológico, urbanístico, histórico y cultural de la antigua Tarraco», una ciudad que surge a raíz de la llegada de los ejércitos romanos a la Península Ibérica el 218 aC, en el marco de la confrontación bélica entre romanos y cartagineses, el renombre Segunda Guerra Púnico. La ciudad crecería durante el siglo II e I aC hasta convertirse, junto con Cartago Nova, en la ciudad más importante de la península ibérica. Durante los años 26 y 25 aC la ciudad llegaría a ser la capital del mundo romano, ya que en la ciudad vivió temporalmente el emperador August.
La herramienta Tarraco 360 tiene la función de divulgar el resultado de años de trabajo del grupo de estudio de Arbulo. «Nosotros hablamos del triángulo de la conservación. La investigación y la conservación no tendrían sentido sin la socialización, que la gente pueda disfrutar nuestro trabajo», afirma Arbulo. Gracias a esta herramienta, cualquier persona con acceso a Internet puede hacer un recorrido virtual y visitar los monumentos que son Patrimonio de la Humanidad. El proyecto recuerda que las murallas de Tarragona son las mejor conservadas de la época romana de la península Ibérica. Los monumentos que ya se pueden consultar en 3D son el teatro, el foro de la colonia, Centcelles, el arco de Berà, la torre de los Escipions y la ciudad romana. La aplicación permite ver fotografías ampliadas de las diversas partes que configuran el mosaico que hay en el techo de la villa de Centcelles, con la explicación científica correspondiente de los pasajes que se narran, o como estaba en su origen el arco de Berà.
El visitante puede recorrer en 3D todo el teatro, aunque sólo se conserve una parte de las cinco primeras gradas y la parte donde se situaba la orquesta.