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Tallinn: bus gratuito y hasta seis euros la hora para aparcar en el centro

La promesa estrella del alcalde Ballesteros para las elecciones de 2019 es una realidad en la capital de Estonia desde 2013

El responsable de l'Oficina de la Unió Europea a Tallinn, Allan Alaküla.

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El pasado 27 de septiembre, el alcalde Josep Fèlix Ballesteros anunciaba su candidatura (la cuarta) de cara a las elecciones municipales de mayo de 2019 con una prometida estrella bajo el brazo: hacer de Tarragona la primera ciudad española con servicio de bus gratuito. El anuncio, que sorprendió a la oposición, es una realidad en países como Francia, Polonia y, sobre todo, en Estonia. Su capital, Tallinn, es la primera capital europea con bus gratuito.

Con 452.000 habitantes, Tallinn aglutina una tercera parte de la población del país. Desde 2013, sus residentes viajan sin pagar por su red de autobuses, tranvías y trolebús (autobús eléctrico alimentado por dos cables a la parte superior). El jefe de la oficina de la Unión Europea de Tallinn, Allan Alaküla, señala la «urgencia social» que en el 2010 y en el 2011 representaban las tarifas del ticket de bus para los tallinneses como el motivo principal para subvencionar del 73% al 90% el servicio, convirtiendo en la práctica el bus en un servicio gratuito pagando, eso sí, dos euros para una tarjeta electrónica. El 75% de los residentes votaron en el 2012 a favor de esta medida en un referéndum local, que contó con una participación del 20%, según un estudio sobre la gratuidad del bus en Tallin, elaborado por el Centro de Estudios del Transporte de Suecia.

El autobús de Tallin tiene un coste de 12 millones de euros el año. Alaküla explica que el consistorio no ha tenido que crear impuestos adicionales para cubrir este déficit. «Como el servicio gratuito sólo es para los residentes oficiales, eso estimuló a los vecinos de la ciudad a legalizar su lugar de residencia y, por lo tanto, aumentó el número de contribuyentes en la ciudad», asegura. De los 416.000 residentes de 2012, la ciudad registra a día de hoy 452.000. Según los cálculos del Ayuntamiento, estos nuevos impuestos no sólo sirven para cubrir el coste del transporte público, sino que aportan, aproximadamente, unos 12 millones de euros más en las arcas municipales.

Encarecimiento del pàrqing

La gratuidad del servicio de transporte vino acompañado por el encarecimiento de hasta el 100% de los precios de los parkings. En el centro, aparcar durante una hora cuesta 6 euros a cualquier hora del día y todos los días de la semana. En el resto de la ciudad el precio es de 4,80 euros. «También redistribuimos el espacio de la calle a favor del transporte público y pintamos nuevos carriles para los autobuses en el centro», explica Alaküla. Una de las consecuencias de este sistema, mantiene a este funcionario, ha sido el incremento del 10% de los usuarios del autobús. El Centro de Estudios del Transporte de Suecia rebaja en un 3% el aumento de la demanda de usuarios. En dos de los distritos los viajeros aumentaron en un 10,8% y un 11,7%. Este trabajo señala que el aumento de viajeros ha sido inferior que en otras ciudades europeas. Una de las causas, señalan desde Suecia, es que el coste del billete ya era suficiente económico antes de la implantación del bus gratuito.

Con estas medidas el Ayuntamiento buscaba, en palabras de Alaküla, «contener el aumento del tráfico de automóviles en el centro de la ciudad». No obstante, aunque en el centro el tráfico se ha reducido un 6%, en otras zonas del municipio ha aumentado un 4%.

El Ayuntamiento de Tallinn está gobernado por un partido liberal, situado el centro en el espectro político. «Antes de la implantación hubo una fuerte oposición, hasta que al final de enero de 2013 se evidenció que el servicio no colapsaba, sino que empezaba» a «mejorar», señala a este funcionario. En la ciudad, ninguna formación ha reclamado volver al sistema de pago, pero a escala nacional, el principal partido de la oposición, promete parar el bus gratuito. «Son los únicos que lo piden», mantiene Alaküla.

Objetivo: estimular el consumo

Una de los hitos del consistorio de Tallin a la hora de subvenciar por completo el servicio de autobús era estimular el mercado laboral. «Creemos que el transporte gratuito expandiría la busca de trabajo para mucha gente y estimularía el consumo de bienes y servicios locales», apunta Alaküla, que reconoce, no obstante, que no dispone de datos para demostrarlo. Explica, sin embargo, que para una tercera parte de los parados, este servicio ha sido «muy importante» para buscar trabajo.

Desde julio de 2018, Estonia ofrece transporte público gratuito en línees rurales a 11 de las 15 regiones del país. De cara a las elecciones generales de 2019, Alakülla explica que hay «fuertes demandas para liberar el ferri» que conecta las islas de Estonia, consiguiendo, así, en un «futuro previsible», transporte público gratuito en todo el país.

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