Sociedad
El 14,7% de los residentes con tarjeta del Área Regulada no tiene plaza garantizada
Tarragona cuenta con 6.461 vehículos con el distintivo verde de residente y 5.507 plazas en esta zona distribuida en tres sectores
El 14,7% de los tarraconenses que pagan el servicio del Área Regulada de aparcamientos de la ciudad y que tienen la tarjeta verde que los acredita con el distintivo de residente no tiene plaza garantizada para dejar su coche. Según los datos que ayer facilitó el Ayuntamiento a este diario, en Tarragona hay 6.461 residentes que pagan este distintivo que les permite aparcar en las zonas verdes de sus barrios. El Área Regulada del Ayuntamiento, sin embargo, dispone de 5.507 plazas, repartidas en tres sectores.
En el centro de la ciudad los vecinos denuncian la dificultad que se encuentran por encontrar una plaza en la zona residente. La presidenta de la asociación de vecinos de Tarragona Centre, Núria Sabat, asegura que aparcar en el centro «cuesta una barbaridad.». Sabat explica que los vecinos del centro a menudo tienen que bajar al barrio del Puerto para aparcar sus coches. Ante la imposibilidad de aparcar en el centro, donde vive, Sabat y su marido tienen una plaza de parking alquilada y otra comprada. El Área Regulada, pensada para facilitar el aparcamiento a los residentes en zonas con un elevado tráfico se desplegó en el 2012. Para registrarse como residente del Área Regulada es necesario estar empadronado en la ciudad dentro de alguno de los tres sectores. Los residentes pueden pagar una tarifa anual de 100 euros, trimestral de 25 y una tarjeta de 15 euros con la que pueden aparcar por 0,40 euros el día.
El gerente de la empresa Aparcaments Municipals de Tarragona, Sergi Arts, explica que el déficit de plazas es habitual y que, a la hora de dar el servicio, el Ayuntamiento funciona con un «sistema de rotación». «La única cosa que podemos hacer para que todo el mundo pueda aparcar en la vía pública es darle al sistema la rotación más elevada posible para que los coches se muevan», explica Arts, que señala que el mismo desplazamiento de los ciudadanos en otras ciudades para trabajar hace imposible que todos los residentes necesiten aparcar al mismo tiempo en las plazas que prevé el perímetro regulado. «Dependiendo del tipo de vía le asignamos un color u otro. Las calles comerciales y administrativas acostumbran a tener el color azul para que la rotación sea más elevada», añade. Augusto Olivé, vecino del centro de la ciudad y que tiene el distintivo de residente, explica que los sábados cuesta mucho aparcar en el barrio, ya que puede aparcar cualquier vehículo de manera gratuita.
En las zonas verdes acostumbran a estar en las zonas residenciales, aunque los coches sin la autorización también pueden aparcar un máximo de tiempo de 2 horas y a un importe superior. En las zonas azules puede aparcar todo el mundo un máximo de 2 horas con el comprobante extracto del parquímetro y a las zonas naranjas un máximo de 24 horas. La ciudad cuenta con un total de 21.000 plazas blancas.