«El Mercado de Torreforta sólo se salvará si bajan las concesiones»

No disponer de una puesto de venta de pescado puede ser la punta de lanza que hiera de muerte el Mercado de Torreforta, si no se adoptan medidas con carácter de urgencia. Por suerte, la próxima semana reabrirá la que se cerró en junio por enfermedad del concesionario, mientras que en marzo cerró una de fruta y verdura. De las 13 paradas que hay en el mercado, sólo cinco mantienen la actividad –seis a partir de la próxima semana–, mientras que ocho permanecen cerradas.

Marisol Bonet, presidenta de la Associació de Venedors del Mercat de Torreforta, manifestó a esta redacción que «se ha llegado a esta situación porque, después de que hace quince años se hizo una reforma, no se ha vuelto a hacer nada, ninguna promoción, mientras que ha crecido la competencia con la apertura de supermercados en el barrio». «Cuando el propietario de una parada se jubila, esta no vuelve a abrir», dijo.

«El principal escollo es el plazo de las concesiones», dijo la presidenta de la asociación de vendedores. Según su opinión, «tendrían que ser a uno o dos años como máximo, porque nadie se atreve a invertir su dinero sin tener ninguna garantía de éxito en ver la actividad que hay en el mercado». En este contexto, Bonet recordó que «hemos pedido que las concesiones, que son municipales, pasen a depender de Espimsa, hecho que pensamos se podría conseguir en un corto plazo de tiempo». «Estamos convencidos de que Espimsa facilitaría la tramitación de las concesiones y que estas fueran para pocos años, para no decir meses».

Seis peticiones

Marisol Bonet se mostró relativamente optimista con relación al futuro del Mercado de Torreforta. «Trabajamos para que se puedan incorporar nuevos vendedores y, en estos momentos, hemos enviado al Ayuntamiento los datos de seis personas que están interesadas». En caso de abrir más paradas, «todos saldríamos beneficiados», dijo Bonet.

La presidenta de la asociación de vendedores explicó, como ejemplo del declive, que «cuando se podía fumar en el mercado, aunque no estaba permitido, a la semana vendía siete kilos de café y ahora la mayoría de las veces no llego a los tres».

«El alcalde lo está estudiando»

El secretario de la asociación de vendedores, Lluís Barceló, dijo, por su parte, que «la gente no se atreve a coger concesiones a veinte años y, por lo tanto, se tendría que bajar el tiempo el máximo posible». «Hemos hablado con el alcalde de eso y parece que el Ayuntamiento lo está estudiando». «Se tienen que poner facilidades para que la gente se anime a abrir una parada», dijo.

Su padre, Emilio Barceló, ha estado en el Mercado de Torreforta desde el primer día y hasta jubilarse. Opina que «hemos estado un poco olvidados y, si no se hace nada, el mercado acabará cerrando». «Un mercado sin pescado ni verdura no es un mercado e incluso yo voy a Tarragona cuando tengo que comprar pescado», dijo.

El Mercado de Torreforta dispone, actualmente, de una carnicería, una pollería, dos charcuterías y un bar. La llegada de una pescadería ha animado a los comerciantes, pero saben que el futuro pasa por el Ayuntamiento.