Escuelas de Tarragona piden a la Generalitat a más conserjes

Representantes de escuelas tarraconenses, como directores y miembros de las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA), pidieron ayer al conseller de Enseñanza, Josep Bargalló, más conserjes en sus centros y más recursos por|para el mantenimiento de los centros educativos. En una reunión informal entre el conseller y representantes de las escuelas, en las que también participó el concejal de ERC, Jordi Fortuny, los centros también reclamaron a la Generalitat más personal de apoyo para la inclusión social.

«Es una demanda de hace muchos años», explicaba ayer a este diario Fortuny, que también es Inspector de Educación del Departamento de Enseñanza. El concejal republicano señala hace unos años las escuelas de la ciudad disponían de dos conserjes, pero que actualmente sólo tienen uno. «Siempre había un conserje en la escuela. Ahora hay ratos que no hay. Las escuelas se quejan de la falta de efectivos», asegura Fortuny. La vigilancia y el mantenimiento de las escuelas municipales recae sobre los ayuntamientos, que se tienen que encargar, dice Fortuny, de la «custodia y cura de los centros a través de conserjes o brigadas municipales». En este sentido, el edil independentista mantiene que el mantenimiento de los centros «deja mucho que desear».

Fortuny asegura que los centros con más problemas de mantenimiento son las escuelas El Milagro, Torreforta y La Floresta. En este último, la dirección suspendió las clases el pasado 25 de septiembre, después de que un trozo de la cornisa se desprendiera. En el encuentro, que tuvo lugar en la Parte Baja, el conseller y los miembros de la comunidad educativa también hablaron sobre las necesidades educativas especiales de los alumnos y los recursos que los profesionales necesitan para afrontar esta realidad. La Escuela El Serrallo es uno de los centros de Tarragona que dispone de un aula SIEI, un recurso que facilita a la Generalitat para atender a los alumnos con necesidades educativas especiales que lo requieran, como los niños con autismo. «Necesitamos más maestros, horas y técnicos de educación especial. Desde los centros conseguimos optimizar los recursos para que las criaturas no lo noten», asegura la directora de este centro Rosa Maria Martínez, que mantiene que el déficit de profesionales acaba afectando a los docentes. La Escuela El Serrallo cuenta con unos 280 alumnos. Martínez explica que a menudo cada aula tiene más de dos alumnos con necesidades especiales. Este grupo de alumnos incluye niños y niñas con necesidades educativas especiales, sociales (con familias con problemas económicos) y alumnos recién llegados. Martínez subraya que esta diversidad «es una riqueza para el resto de alumnos del centro y, aunque agradece la ayuda de los servicios sociales, asegura que faltan recursos para hacer frente esta realidad con las herramientas adecuadas.

La directora de la Escuela El Serrallo también reivindica la necesidad de tener un conserje más para sustituir a los profesores, que hoy día tienen que recibir también a los niños a primera hora de la mañana cuando los padres los dejan a la escuela.