La CUP denuncia que los servicios sociales derivan embarazadas a un centro «antiabortista» del Arzobispado

La CUP ha denunciado este jueves que los servicios sociales derivan mujeres embarazadas en riesgo de exclusión social a un proyecto «antiabortista» del Arzobispado de Tarragona. Según los anticapitalistas, se trata del proyecto Llar Natalis, de la Fundación Obra Pia Montserrat, que recibe dinero público de la Diputació, del Consell Comarcal del Tarragonès y del Ayuntamiento de Tarragona. La formación ve «negligente» que la entidad disponga sólo de una trabajadora profesional y que el resto de actuantes sean monjas. En este sentido, la CUP ha alertado de que las mujeres atendidas se mantienen internas hasta dos años para que no aborten y que se les aplica un tratamiento de «curación» con prácticas religiosas basado en el conocido como proyecto Raquel.

El diputado de la CUP a la Diputació de Tarragona, Edgar Fernández, ha denunciado que el objetivo de este proyecto «no es atender con criterios profesionales la situación de estas mujeres, sino intentar impedir que puedan abortar, aunque después las criaturas tengan que ser adoptadas, ya que sólo se asegura la manutención de estas mujeres durante un máximo de dos años».

Los anticapitalistas ven «grave» que este servicio se esté financiando con dinero público. En concreto, según los datos que han aportado este jueves en rueda de prensa, constan convenios por importe de 2.000 euros del Consejo Comarcal, de 1.894 euros de la Diputació y de 361 euros del Ayuntamiento de Tarragona. Los anticapitalistas han anunciado que pedirán una reunión con el Colegio Oficial de Trabajo Social de Cataluña para informarlos de estos convenios de colaboración.

«La financiación implica la connivencia y el apoyo de la administración pública a un proyecto que atenta contra los derechos fundamentales de las mujeres», ha afirmado a la concejala de la CUP de Tarragona, Laia Estrada. Además, la concejala ha denunciado que los propios estatutos de esta fundación reconocen el carácter estrictamente religioso de este servicio «que incluso organiza un funeral para que cuando la mujer que ha abortado muera se pueda reencontrar con el embrión en el cielo».

En la ciudad de Tarragona, el proyecto se desarrolla en la antigua prisión de mujeres de las Oblates y, según los datos a que ha tenido acceso a la CUP, tendría capacidad para un mínimo de cinco personas. Las últimas informaciones de que disponen a los anticapitalistas señalan que se habrían derivado dos mujeres desde Reus, dos desde Tarragona y una desde el Consell Comarcal del Tarragonès.

La CUP ha subrayado que las mujeres atendidas presentan riesgo de exclusión social y se encuentran en una situación de «desesperación». Según Fernández, la Iglesia se aprovecha y las interna «para que solucionen sus pecados». La formación política ha explicado que los métodos se basan en el proyecto Raquel, surgido en los Estados Unidos hace 20 años y con mucho arraigo en la América Latina, por el cual se«curan» mujeres que han abortado con internamientos de varias semanas y con lecturas de versitos de la Biblia.

Campaña de denuncia

En paralelo, la CUP ha iniciado una campaña de denuncia pública y sensibilización sobre este tema junto con la organización feminista Cau de Llunes. Además, ya han puesto una denuncia en el Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos para que realicen las gestiones oportunas con las administraciones públicas competentes.

Por último, la CUP pedirá al pleno de este viernes a la Diputación que revise la financiación pública hacia el Arzobispado de Tarragona «para evitar que se atente contra los derechos fundamentales de las personas», y también llevarán la misma moción al resto de instituciones públicas que colaboran con este proyecto del Arzobispado.