Diari Més

Júlia Garcia Baucells: De Tarragona a Dresden

«De repente, los privilegios de ser ciudadana europea se volvieron evidentes»

Esta tarraconense de 23 años vive en Alemania desde hace un año y medio, donde actualmente está estudiando un master en Bioingeniería Molecular

Imagen de la Júlia Garcia en Dresden, Alemania, donde se encuentra estudiando un master.

«De repente, los privilegios de ser ciudadana europea se volvieron evidentes»Cedida

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—¿Qué motivos la llevaron a ir a vivir a otro país?

—Lo que me llevó a marcharme de casa fue un deseo muy grande de libertad, de conocer nuevas realidades y de formarme en el ámbito profesional en otro país, y me prometí a mí misma hacer un Erasmus para satisfacer esta necesidad de cambio. Fui a Berlín, pero recuerdo que cuando buscaba el laboratorio, el país de acogida me era igual, tan sólo quería que me gustara el proyecto en que tenía que trabajar.

—¿Cuál fue la primera impresión que tuvo del país al llegar?

—El día que llegué a Berlín nevaba y la nieve se quedó en las calles durante dos semanas. Yo hacía muchos años que no veía tanta nieve y menos en una ciudad, recuerdo que eso me impactó. He vivido seis meses en Berlín y un año en Dresden. Berlín es una ciudad de contrastes, es una ciudad de edificios y calles grises, con grandes avenidas, pero que está tan viva, que no deja nunca de sorprender. ¡Si uno se queda escuchando en S- Bahn, se pueden oír hasta 4 o 5 idiomas diferentes! Dresden, en cambio, me pareció visualmente más bonito y muy acogedor.

—¿Fue muy sorprendente el cambio o fue, más o menos, tal como se lo había imaginado?

—Ha sido sorprendente. He conocido gente de muchos países diferentes, sobre todo, en los cursos de alemán que he ido haciendo, y también en el master internacional que estoy cursando. De repente, los privilegios de ser ciudadana europea se volvieron muy evidentes, y eso me ha despertado el interés por otras realidades sociales y políticas.

—¿Cuáles son las principales diferencias entre Dresden y su casa?

—Desde que empecé a vivir en Alemania que soy vegetariana, una opción alimenticia que es mucho más fácil aquí, ya que casi todos los negocios tienen alternativas a la carne y al pescado. Con respecto al tipo de vivienda me sorprendió que en la mayoría de pisos compartidos no hay un espacio común como lo sería el comedor para nosotros. La vida en un piso compartido tiene lugar sobre todo en la habitación y en la cocina.

—¿Qué destacaría de la manera de trabajar del país?

—Destacaría la gratuidad de la universidad pública y las numerosas ayudas a los estudiantes. Por ejemplo, por el hecho de ser estudiante de la Technische Universität Dresden, he tenido acceso a una habitación en un piso de estudiantes que pertenece al Studentenwerk, una organización estatal sin ánimo de lucro, hecho que abarata mucho los costes de vivienda para los estudiantes. Además, los estudiantes universitarios tenemos transporte gratis por la ciudad y podemos movernos por todo el estado de Sajonia con trenes regionales sin pagar.

—¿Desde que llegó ha vivido o le ha pasado algo curioso?

—En Alemania es común que la gente deje varios objetos en la calle para regalarlos en lugar de tirarlo directamente a la basura. Un día encontré un colchón que estaba bastante nuevo y parecía muy bueno y me lo llevé a mi habitación. Dos semanas más tarde, leyendo comentarios del grupo que tenemos en el Facebook, vi que un chico había publicado que alguien se había llevado su colchón mientras él estaba haciendo la mudanza y que no era para regalar. Al día siguiente lo devolví y los dos nos reímos sobre el malentendido.

—¿Qué costumbre del país actual se llevaría a Cataluña?

—Cuando conoces a una persona nueva, todo el mundo te da la mano, independientemente del hecho de ser mujer (allí no se dan dos besos como aquí). Entre amigos y conocidos la gente se abraza y no es nada frío, como se acostumbra a decir. Se respeta mucho más el espacio personal. Creo que de esta manera se pueden evitar malentendidos y situaciones que acostumbran a ser incómodas sobre todo para las mujeres.

—¿Tiene intención de volver pronto o de momento no?

—De momento mi intención es acabar el master y quedarme un par de años más como mínimo. Tengo ganas de mejorar con el idioma e integrarme más en la sociedad alemana.

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