Tradición
Familiares y amigos llenan de flores el cementerio para recordar a sus difuntos
Centenares de personas visitaron este jueves, día de Todos los Santos, los nichos de sus seres amados para recordarlos y depositar ramos de rosas y claveles
El cementerio de Tarragona se llenó este jueves de centenares de personas que quisieron visitar a sus familiares y amigos muertos. Como cada 1 de noviembre, día de Todos los Santos, una multitud de vecinos rompió con el silencio y la calma que normalmente se respiran en las calles y lugares del cementerio. Siguiendo la fiesta tradicional católica o, simplemente, cumpliendo con la tradición, una colorida estampa de ramos de flores, salpicó los nichos donde descansan los difuntos.
Parejas, amigos y familias enteras paseaban ayer por el cementerio depositando flores, objetos y fotografías o limpiando las tumbas. Alfonso Plano visitaba a su hermano gemelo muerto hace un año y sus padres. «Necesito venir continuamente para sentirme feliz. Conecto con ellos», explicaba ayer Plano a los pies de los tres nichos donde descansan los restos de sus familiares. «La paz que consigo aquí me sirve para volver al día a día con la familia. Aunque me acuerdo de ellos continuamente, hoy es un día especial», añadía. Una de sus hijas, engarce en la escalera|escala, limpiaba con delicadeza los vidrios de uno de los nichos. Con 73 años, Maria Lourdes tiene seis familiares enterrados.
«Si no viniera, siento que me faltaría alguna cosa. Me quedo más tranquila», señalaba esta mujer, acompañada de cuatro familiares. «Antes venía más gente. Todo se pierde en esta vida», se lamentaba. «Antes ibas a misa cada domingo y ahora vas si estás obligado». Las flores delante de los nichos de sus familiares ya reponían, frescos, desde el miércoles 31. Le preocupaba, que algún familiar llegara hoy primero que ella y no se encontrara el nicho arreglado. «Es importante que vean que te acuerdas y que lo cuidas», explicaba.
La de ayer era una jornada de reencuentro con sus seres amados. Decenas de familias, rodeados de los más pequeños, paseaban y conversaban entre los mohos calles del cementerio apurando la hora de la comida. Algunas familias explicaban que, después de comer, volverían a pasar un rato al lado de sus difuntos. Desde el 27 de octubre hasta hoy, el cementir ha abierto de 9 h. a 18 h. con motivo de la festividad de Todos los Santos.
Juana Martínez y su marido, l'Enrique Rodríguez, padres de la atleta Natalia Rodríguez, récord español en 1.500 metros lisos, buscaban también un momento de intimidad con sus seres amados. «Me gusta pasear por aquí. Me siento tranquila, me relaja», explicaba Martínez, que también visita a los muertos en los días señalados como los días de su aniversario. Otra pareja, formada por Sergi Asnar y la Lourdes Casany, visitaban el cementerio «por tradición». Discutían, en un tono más distendido, las desventajas y ventajas de una incineración, en comparación con los entierros. «Si te incineras, no dejas ningún lugar|sitio donde puedan venir a recordarte», reflexionaba Asnar. «Siempre puedes llevar la urna al nicho», contestaba Casany. Su pareja se inclinaba más por|para la incineración utilizando un argumento más práctico, concretamente, de bolsillo. «Es menos caro. ¡Un entierro con velatorio te puede costar hasta 6.000 euros»!, observaba Asnar.