Diari Més

Procés

Tercera Joventut per la República hace una campaña de autoinculpación

Homenajean tenderos que recibieron una carta anónima para tener lazos amarillos en los establecimientos

Ton Gené dirige unas palabras a las personas concentradas en la plaza de los Castellers.

Tercera Juventud para|por la República hace una campaña de autoinculpaciónCarles Gosálbez

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'Tercera Joventut per la República', organización que defiende el derecho de los catalanes a autodeterminarse, anunció ayer que ha iniciado una campaña de autoinculpación. Uno de sus miembros lo dijo en el transcurso de un acto celebrado en la plaza de los Castellers, en qué se rindió homenaje a los propietarios de una tienda de alimentación y de una pizzería que el pasado febrero recibieron una carta anónima amenazadora por colocar lazos amarillos en sus establecimientos.

El portavoz del grupo manifestó que «ser independentista no es un delito, lo es que te encierren en la cárcel por tus ideas y, como nosotros tenemos la misma culpa que las personas represaliadas para el 1-O, iniciamos una campaña de autoinculpación». «Cumplir el mandamiento del pueblo no es un delito y nosotros escondimos las urnas, fuimos a los colegios electorales, votamos y, por lo tanto, nos autoinculpamos». El portavoz procedió a la lectura de un borrador y anunció que, en los próximos días, «tendremos el texto definitivo que daremos a firmar a aquellas personas que se quieran autoinculpar».

Por otra parte, el portavoz de 'Tercera Joventut per la República' informó de la «recuperación de la caja de resistencia», para hacer frente a los cerca de cinco millones de euros que el presidente Artur Mas y otras personas tendrán que pagar por la organización de la consulta del 9-N.

Amenazas por los lazos amarillos

El propietario de Verdures Ton recibió, el mes de febrero de este año, una enigmática carta de unas supuestas clientes que le pedían que no llevara el lazo amarillo en apoyo a los presos políticos encarcelados. En caso contrario, dejarían de ser clientes. La carta, remitida desde Barcelona y con muchas faltas de ortografía, tuvo como respuesta infinidad de muestras de solidaridad, tanto de los clientes habituales como de personas que, al enterarse de la noticia, se acercaron a la tienda para hacer las compras y dedicarle palabras de complicidad.

Ayer, Ton Gené dijo que, al recibir la carta, el susto le duró «treinta segundos» y no dudó en «hacerla pública a través de los medios de comunicación». Gené animó los presentes a «no tener miedo» y a «seguir luchando por la república desde el pacifismo». También recordó que la carta que recibió «estaba escrita en castellano, un idioma que amo porque tengo muchos amigos que hablan castellano.» No pudieron asistir al acto los representantes de la pizzería.

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