Infraestructuras
La balsa grande de la Anilla sigue rotura pasado un mes de los aguaceros
Esta infraestructura se construyó para controlar el flujo de agua proveniente de puntos más elevados
La balsa grande de laminación de la Anilla Mediterránea sigue rota, transcurrido un mes de las lluvias torrenciales que le provocaron graves daños. Un vecino de la zona advirtió ayer a esta redacción que no se ha arreglado el agujero que creó la tormenta como resultado de la erosión del terreno. Este hecho determinó que la balsa secundaria, de tamaño más pequeña, acumulara mucha agua y se desbordó. Las dos balsas están localizadas a pocos metros de distancia de la avenida Josep Tarradellas y de la Escuela Ponent.
El desbordamiento de ahora hace un mes provocó la inundación de calles próximas de los barrios de Torreforta i El Pilar, como Llobregat, Montsant y Foix, que aparecieron llenos de tierra y piedras arrastradas por la corriente. Una semana antes había pasado el mismo, también a causa de las fuertes lluvias que cayeron sobre Tarragona.
El vecino de la zona explicó que «se ha hecho alguna actuación en la balsa más pequeña, pero no en la grande». En caso de nuevas lluvias torrenciales, la balsa grande no podría recoger el agua, que iría a la secundaria». En caso de llegarse a este caso, «volverían a inundarse las calles próximas, como pasó ahora hace un mes», apuntó. Además, las zonas de recogida de aguas de las calles están obturadas por la presencia de tierra y rocas, por lo cual «el agua no podría ser recogida por la red de alcantarillado», añadió. El vecino subrayó que, «si las balsas están rotas, no podrían cumplir su objetivo, ya que no retendrían el agua y esta iría a las calles».
Las balsas se construyeron con la finalidad de controlar el caudal de aguas provenientes de puntos más elevados localizados a la altura de la autovía A-7, pero la gran cantidad generada por los últimos episodios de lluvia hizo que se desbordaran.