«Existe una visión del cómic hecho por mujeres, con un tratamiento muy feminista»

—El Premi Nacional del Còmic 2018 fue para la valenciana Ana Penyas. ¿Las mujeres han entrado pisando fuerte?

—La mujer se está reafirmando como autora. Ya ha empezado a dejar de ser un bicho extraño y a tener la importancia de los autores. Imagino que el paso siguiente será que el hecho de ser hombre o mujer no será más importante que la obra en sí.

—¡Hay un género de cómic femenino?

—En general, está la visión del cómic en femenino, pero eso nos viene de hace años. Lo que sí que se puede decir es que, en el cómic femenino, hay un tratamiento absolutamente feminista, con una calidad identitaria absoluta con los problemas, las emociones y los sentimientos. Pero también hay autores hombres que han tratado estos temas. Siempre vemos los cómics como una cosa de superhéroes, manga, etc., pero por ejemplo en el manga hay autores que retratan muy bien todo este tipo de sentimientos.

—¿La mujer no ha entrado todavía en el campo tradicionalmente masculino que se mencionaba, como el de los superhéroes?

—En los Estados Unidos ya empieza a haber una presencia de autoras en este mundo, que habitualmente dan una visión un poco diferente del que estamos habituados. También está pasando que las editoriales están buscando este nuevo mercado, porque cuando se tocan estos temas más realistas, la mujer se siente más atraída. En Europa también hay autoras, pero pocas.

—¿Cuál ha sido el motor que ha impulsado esta entrada de la mujer en el mundo del cómic?

—Un fuerte incremento del feminismo. Después, el cómic es un medio de comunicación fácil y rápido. Además, ahora no dependes del editorial para que tu obra sea conocida: la autora puede dibujar directamente en la tableta o el móvil, después lo cuelga en las redes, y allí ya tiene los seguidores, con quién inmediatamente se crea unfeedback entre la autora y las personas a quienes les gusta aquello que hace.

—¿El papel que juega la mujer y la manera de presentarla en las historias ha cambiado también?

—Ha cambiado bastante. Hace años que muchos autores están tratando a la mujer como tiene que ser. Quizás, lo que ha añadido la presencia de las mujeres en el mundo del cómic es este cambio a la hora de plantear las emociones y los sentimientos, haciéndolo de manera más próxima y humana.

—¿Este cambio se ha visto también en la manera en que se relacionan hombre y mujer sobre papel?

—Sí. Hubo una época, en los noventa, que fue muyantipática. Este era el momento de la liberación femenina, y en los cómics adultos eso se convirtió casi en erotismo y pornografía, la mujer era un objeto, y por ejemplo en los cómics de superhéroes norteamericanos iba marcando pecho y culo. Actualmente estos personajes, aunque estén hechos por hombres, empiezan a ser menos sexualitzados, aunque el sexo sigue estando presente.

—¿En nuestra casa tenemos un buen plantel, de mujeres que se dediquen al cómic? Hábleme de alguien que haya abierto camino.

-Lola Bendetta, que está en Barcelona. Ella era ilustradora y un día, en el transporte público, un señor que ella tildó de viejo se le medio insinuó con la bromita típica del machito. Salió muy rabiosa e hizo un cómic que es absolutamente agresivo hacia el hecho machista. Tiene muchísimos seguidores y es muy radical en su actitud, cosa que en principio no me parece nada mal.

—¿Cree que el cómic también tiene que servir para reivindicarse?

—Sí, porque curiosamente hay muchísimas actitudes que hemos tolerado o hemos tenido como normalizadas, y no hablo de violencia extrema, sino de los piropos, las bromitas o esta cosa de galán que a la mujer no tiene por qué gustarle. Ya está bien que las cosas se pongan en su sitio.