Black Friday pasado por agua en Tarragona
Los comercios, que ofrecen descuentos de entre el 15 y 50%, han tenido un degoteo de clientes durante toda la mañana a pesar de la lluvia
El Black Friday ha empezado pasado por agua en la ciudad de Tarragona. A pesar de la lluvia, los comercios del centro de la ciudad han tenido un goteo de clientes durante toda la mañana, atraídos por descuentos que oscilan entre el 15 y el 50%. Grandes multinacionales, franquicias y negocios locales se han sumado a esta jornada de compras y han adornado los escaparates y los establecimientos con vistosos carteles.
La iniciativa, sin embargo, no convence a todo el mundo. Fuera de cámara, algunos comerciantes ven el Black Friday como una «imposición» importada de los Estados Unidos y lamentan que los días previos las ventas se resienten mucho porque la clientela se espera a los descuentos. Para evitar eso, hay tiendas que rebajan precios antes y después de esta jornada, como explica Lourdes Ràfols, propietaria de la tienda Nice. «A veces las cosas americanas funcionan a medias. Este día sí que funciona, pero el resto no tanto», resume.
En general, los consumidores se muestran satisfechos con el Black Friday porque les permite comprar productos a un precio más reducido. Es el caso de Amparo, que ha salido a buscar unos zapatos, y de Isabel, que quiere comprarse un bolso de mano. Estas dos amigas han salido hoy a pasear, paraguas en mano, aunque saben que la campaña se alargará hasta el domingo.
Otra compradora, Sílvia, se ha mostrado sorprendida porque ha encontrado descuentos de hasta el 30% en una joyera y creía que este tipo de productos no se rebajaban. Esta tarraconense dice que quiere comprar unas botas y que, de rebote, aprovechará para comprar regalos de Reyes y de Papá Noel. Ahora bien, asegura que no comprará por comprar. «Si me interesa y puedo aprovechar, lo haré», concluye.