La Generalitat notifica al Iot y al Tòful de Mar que tienen que cerrar hoy al acabarse la concesión

La Generalitat ha notificado este viernes en los restaurantes Iot y Tòful de Mar, en la playa Llarga de Tarragona, que esta medianoche tienen que cesar su actividad. Los establecimientos se encuentran en un edificio que es propiedad del Gobierno y se los acaba la concesión administrativa. El concurso de explotación se prevé en enero. Por este motivo, se les pide que vacíen el local. Paralelamente a las alegaciones que presenten, los restauradores se muestran determinados a seguir abriendo estos días. Desde el Tòful afirman que tienen más margen de tiempo, un extremo que el Gobierno no ha confirmado, y cuentan con entregar las llaves 14 días más tarde.

Después de que este viernes acabe el plazo para vaciar los establecimientos que han funcionado como restaurantes los últimos años, en el Iot y en el Tòful de Mar se les ha notificado personalmente que se tienen que marchar. El responsable del Iot, Josep Maria Donato, ha asegurado a ACN que el sábado seguirán sirviendo a los clientes y que ya han presentado un pliegue de alegaciones.

«Podría ser más sencillo y hacer un concurso con nosotros dentro y, después, hacer un traspaso ordenado y que aquí continúe la actividad», ha sugerido Donato, que ha lamentado que la Generalitat quiera tener «una ruptura». Los gestores del Iot reconocen que no han vivido bien toda esta situación, después de casi 33 años al frente del local: «lo vivimos con mucha nostalgia». Los clientes habituales les han mostrado su apoyo los últimos días y este viernes se han unido a una fiesta, reivindicativa, que podría ser también de despido.

La previsión es que los permisos salgan a concurso a partir de enero y que las actividades se reanuden en torno a Semana Santa.

El cierre de los restaurantes Tòful de Mar y Iot llegó al Parlament de la mano del PP, que en una propuesta de resolución pidió que no se cerraran los establecimientos, y del grupo socialista, que dirigió preguntas al Gobierno. Pedían que se concretara cuándo se piensa sacar a concurso la explotación de los dos establecimientos y qué medidas tomará el Gobierno para evitar la degradación del espacio mientras no se saque a concurso su explotación.

Casi 5.000 personas han firmado en una petición en la plataforma 'Change.org' para reclamar que los dos restaurantes no bajen la persiana.