Gerard Borrell: Mago
«Ya es hora que se empiecen a ofrecer espectáculos de magia para adultos»
Este sábado se estrena en el Teatre Tarragona el espectáculo ‘Magia Comedy’, que llega a la ciudad después de un año en Barcelona
—¿Qué es Magia Comedy?
—Como indica el mismo nombre, es un espectáculo de magia y comedia al estilo stand-up , unipersonal, con un solo personaje que soy yo mismo, Gerard Borrell. Es muy transgresor, muy provocador y gamberro , capaz de sorprender en un abrir y cerrar de ojos. Desde el primer momento juega mucho con romper la cuarta pared, que es esta pared imaginaría que hay entre el espectáculo y el público. El espectador juega un papel muy importante, porque aunque hay un guion, un porcentaje muy elevado del espectáculo es de improvisación.
—El espectáculo llega a Tarragona después de un año en el Eixample Teatre de Barcelona.
—Estoy muy, muy contento, porque hoy día es muy difícil que un teatro apueste por ti, y todavía más difícil que lo haga sin fecha de salida, y eso es lo que hizo el Eixample Teatre conmigo. Hemos tenido unos resultados increíbles, con más de 200 funciones y más de 20.000 espectadores que han visto el espectáculo, y todavía no hemos acabado, así que estamos muy contentos por la respuesta del público. Además, los espectadores que hemos tenido han venido muy recomendados y, cuando pasa eso, es porque estás haciendo algo que gusta y realmente funciona.
—¿Cómo es el proceso de creación de un espectáculo nuevo?
—En el caso de Magia Comedy es un proceso un poco especial. No es como otros espectáculos que haya podido escribir, o lo que hacen otros artistas. Normalmente, el proceso empieza que tú escribes un guion y te lo vas imaginando, lo memorizas, lo ensayas y lo practicas. En el tema de la magia tienes dos entrenamientos, uno es el técnico, el de la magia, y el otro es el de showman , de cómico. Una vez ensayas y lo tienes acabado, lo presentas al público y, al cabo de un mes, ya empieza a coger forma. En el caso de Magia Comedy, como jugamos mucho con la improvisación y queremos que sea un espectáculo fresco, se ha ido creando a medida de ir probándolo con el público. Es decir, partimos de un espacio maravilloso que es el teatro, que a mí me gusta llamarlaboratorio. Allí empezamos a probar números, esquemas y gags y, a medida, que lo íbamos haciendo, el público nos iba diciendo qué camino teníamos que coger. Es un proceso que empezó hace un año y todavía no ha acabado, porque a estas alturas todavía voy probando cosas y dando vueltas a algún número. Es, pues, un proceso abierto, que se ha hecho con el público, y ha sido él quien nos ha dirigido por el camino.
—En Tarragona se acostumbra a programar bastante magia. ¿Se puede decir que aquí hay un público de magia?
—Comercialmente la magia es muy atractiva. Pero, a nivel social, estamos acostumbrados a unos estereotipos que están cambiando, y la gente todavía no lo está aceptando. Pienso que, quien venga a verme, no será un público sólo de magia. El espectador que me viene a ver no tiene prejuicios y viene a divertirse y a reír. Lo que pasa es que, como vendemos «magia», también viene un público a quien le gusta la magia, pero este se llevará una sorpresa, porque verá una cosa que no se espera.
—Esta tendencia, de hacer que los espectáculos incorporen guiones muy trabajados y sean unshow ¿en torno al hecho mágico se está imponiendo, o todavía convive con el formato tradicional?
—La magia es unas artes escénicas un poco peculiares, porque es atractiva, pero tiene un público mal acostumbrado, que relaciona la magia con los niños, y creo que ya va siendo hora que empiece a ofrecerse magia para adultos. Este espectáculo, por ejemplo, no es para niños, los niños no lo entenderán porque es 100% para adultos. Eso cuesta mucho entender: ¿un espectáculo de magia donde no pueden ir niños? Pues no, igual que pasa por ejemplo con los monólogos. A mí me gusta defender que este no es el típico espectáculo en que sale un mago y hace un truco de caja. Me gusta más describir Magia Comedy como un espectáculo de comedia que utiliza la magia como herramienta de comunicación, pero la magia es una excusa.