El Ayuntamiento de Tarragona hace pedagogía de la poda de árboles entre los vecinos

El Primer Teniente de Alcalde, y concejal de Transparencia, Espacios Públicos y Contratación, José Luis Martin, se reunió el martes por la mañana con la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Tarragona, Cristina Berrio, para explicar los criterios que el ayuntamiento lleva a cabo a la hora de podar los árboles de la ciudad. Al encuentro también participaron al responsable de jardinería del consistorio, Joan Etzeries, y el jefe de la Brigada, Enric Roca.

Los vecinos se acostumbran a quejar por la falta de poda en algunos barrios. Con esta reunión, el ayuntamiento pretende hacer «pedagogía» sobre las actuaciones de los operarios de jardinería en la ciudad, explican fuentes del ayuntamiento. La idea es que Berrio transmita el contenido de la reunión a las asociaciones de vecinos.

En el encuentro, Etzeries explica que hay condiciones para podar o no podar según qué árbol. Los criterios son la especie de árbol, la época de la plantación, el estado fitosanitario. Los árboles son seres vivos y necesitan vivir de una determinada manera. La poda se hace, básicamente, por la salud del árbol.

El concejal de Espacios Públicos aclaró en la reunión que la poda forma parte del contrato público de jardinería. Martin explicó que hay zonas verdes que son privadas y donde el ayuntamiento no puede hacer ninguna actuación. A menudo, los vecinos critican que en algunas zonas se poden árboles y otros no.

En la zona de Ponent, el Ayuntamiento ha llevado a cabo una prueba piloto dejando crecer las moreras. Esta es otra de las razones que explican que los operarios no hayan podado los árboles de la zona. La prueba, sin embargo, no ha funcionado y de cara en el 2019 se volverán a poder las moreras.

La poda se hace durante todo el año y no hay una época concreta que registre más actividad. Se hacen por razones de salud de los árboles y también por la convivencia con los vecinos. A veces, las ramas tapan la luz de algunas viviendas o entran por las ventanas. Con la poda, el ayuntamiento pretende reducir el riesgo de estropicio de ramas o tronco que podrían provocar daños a personas o a bienes. También busca conseguir y conservar una estructura y desarrollo del árbol adecuado a su entorno (espacio de acera, paso de peatones, señalización de tráfico, etc.). Cómo informa al mismo consistorio la poda tiene el objetivo de «maximizar el valor estético tanto del árbol como del entorno y maximizar la superficie de sombra, así como minimizar el efecto de plagas y enfermedades vegetales», asegura el consistorio.