Economía
El gobierno destina 2,7 millones de euros al PP-10 de los 22 previstos del plan de inversiones
El ayuntamiento contempla gastarse 4,4 millones en la construcción de dos edificios de viviendas de alquiler social
Los presupuestos del Ayuntamiento de Tarragona prevén una inversión de 2,7 millones para empezar a consstruir la urbanización PP-10, que tenía que acoger IKEA. Esta aportación representa una parte de los 22 millones que el consistorio prevé gastar en 2019. En total la inversión entre 2019 y 2022 será de 52 millones. Destacan las inversiones en Servicios Sociales (10,7 millones), la inversión en Ensenyament (9,3) y los 9,2 millones que el gobierno municipal ha anunciado que gastará en mejorar los espacios públicos. De estos, sólo 17,2 millones son realmente nuevos, ya que 5,2 millones representan proyectos ya adjudicados en el 2018, pero que no se han podido hacer realidad, a causa de los procesos administrativos de licitación.
«Recuperamos capacidad inversora», ha asegurado el lunes el concejal de Hacienda, a Pau Pérez, en la presentación de las cuentas de 2019. Pérez ha apuntado al «saneamiento» de las arcas municipales con la reducción de la deuda municipal al 104% para justificar que el ayuntamiento pueda endeudarse y «recuperar inversiones». El presupuesto total para los próximos cuatro años es de 157 millones, un 1,9% superior al año pasado.
Pérez ha anunciado el lunes que el Ayuntamiento construirá dos edificios por vivienda de alquiler social, que representa una inversión de 4,4 millones hasta el 2022. Los dos edificios estarán sujetos en venta de un solar municipal, ubicado en la Arrabassada. El concejal de Hacienda explicó que, como es habitual, el 80% del presupuesto está «comprometido» y que el margen para invertir es del 20%. El presupuesto del 2019 no está sujeto en venta de patrimonio. De esta manera, todas las partidas anunciadas, aseguran desde el Ayuntamiento, se podrán portar en la práctica. El proyecto del Banco de España, que el año pasado ya se presupuestó por 500.000 euros, se ha vuelto a presupuestar, ahora con una partida de 2,5 millones. Los presupuestos participativos contarán con 1 millón de euros, Patrimonio Histórico, 2 millones, y la promoción del empleo 1,15 millones.
El consistorio aportará 1,3 millones al Patronat Municipal de Turisme, la misma cifra que dedicarán a las instalaciones de Deportes. Una de las intervenciones se hará en el campo rugby de la Anilla Mediterránea. El Ayuntamiento tiene previsto invertir 1 millón de euros en «actuaciones hidráulicas y alcantarillado», un dinero que se destinará al barrio del puerto para paliar las inundaciones que sufre en episodios de lluvia como los que vivió en octubre. En el apartado de la mejora de los espacios públicos, el Ayuntamiento prevé gastarse, en los cuartos próximos años, 2,2 millones en el alumbrado de los barrios, 500.000 euros el próximo año.
Crítica de la oposición
Con la única excepción de Ciutadans, que dará apoyo a los presupuestos gracias a un acuerdo con el gobierno, el resto de la oposición criticó ayer las cuentas municipales. El portavoz de ERC, Pau Ricomà, aseguró que estas cuentas «mantienen Tarragona muy endeudada con apuestas que no compartimos, como crear unas Gavarres 2», en alusión a la urbanización PP-10, diseñada en un principio para acoger IKEA, un proyecto que el mismo alcalde Josep Fèlix Ballesteros puso en duda hace unas semanas en la conferencia anual sobre el presente y futuro de la ciudad. Precisamente, Ricomà ve con «mucha preocupación» que Ballesteros apueste en el 2019 por gastarse 2,7 millones en las primeras obras. El republicano critica que la adquisición de vivienda social esté sujeto en venta de patrimonio. «Demuestra que no es una prioridad del gobierno», asegura.
El portavoz del PDeCAT, Dídac Nadal calificó las cuentas de «nuevo engaño de Ballesteros». «El 65% de las inversiones están condicionadas a la concesión de préstamos y el 35% en venta de patrimonio», señaló. La CUP coincide con ERC al criticar que la vivienda social esté supeditada a la venta de patrimonio. Para los anticapitalistas, las cuentas son «humo electoralista» porque, dicen, las partidas están asignadas de «forma genérica» y se asignan partidas en previsión para los cuatro años siguientes, y no de cara al mismo 2019. En la misma línea se posiciona Arga Sentís, portavoz de ICV, que señala la partida «ridícula» de Patrimonio Histórico (2 millones). Para Sentís, «los tarraconenses no merecen este presupuesto con proyecciones a cuatro años».