Diari Més

Joan Torres Domènech: Autor del libro 'El Gaudí que no ens han explicat' (Ed. Cossetània)

«Jujol empezó el Metropol pero la prensa de la época dice que lo acabó Gaudí»

Torres afirma que en un libro de 2010 editado por el Ayuntamiento también se cuestiona que Jujol acabara la obra y «nadie se ha puesto las manos en la cabeza»

El autor del libro que recoge información de la vida y obra de Gaudí, este lunes en Tarragona.

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—Su teoría sobre la autoría del Teatre Metropol ha causado un gran revuelo en la ciudad.

—Sí. Evidentemente me esperaba una reacción del hijo de Josep Maria Jujol, que ha salido en defensa de su padre; si hubiera sido yo, habría hecho lo mismo. Ahora, otra cosa son algunas respuestas recibidas de algunos técnicos y arquitectos. Hace poco, en un libro que celebraba los 100 años del Metropol, se volvía a incidir en una vieja cuestión sobre quien acabó el teatro. Entonces, nadie se ofendió. Ahora cuando yo aporto un posible nombre, Gaudí, la gente se enfada.

—¿En qué fuentes se basa?

—En la prensa de la época. El Teatre Metropol se construyó en el Patronato Obrero, que era el centro católico, y quien mejor hizo seguimiento de las obras fue “La Cruz”, el diario católico por excelencia de Tarragona. Para hacer el libro, yo he consultado muchos diarios digitalizados por el Ayuntamiento de Tarragona, pero “La Cruz” es de los pocos que no están, posiblemente su colección la quemaron durante la Guerra Civil. He encontrado el periódico en otra hemeroteca digital; de aquí posiblemente que haya tardado tanto en encontrarse esta información sobre la autoría de Gaudí.

—¿Y qué explican estas fuentes?

Siguiendo varios diarios y revistas, sabemos que las obras se inician a principios de 1908 por Josep M. Jujol. En principio parece que todo tiene que estar chupado y pronto la prensa anuncia su inauguración, pero esta se va posponiendo en varias ocasiones hasta llegar a mayo de 1909. Entonces nos encontramos con dos hechos contradictorios. Por una parte, se hace un profundo movimiento de tierras en los cimientos de la construcción hasta chocar con la primera piedra, y a finales del mismo mes se escoge el espacio para celebrar el XIIº Congreso de Agricultura, creando una decoración provisional para hacer un salón, café y jardín y otras dependencias. El director de la ornamentación es Jujol y participan 50 artistas más. Todo eso indica que el teatrose ha ido montando y desmontando y finalmente intervienen a otras personas. Después, no sabemos nada más hasta que el Metropol se inaugura en enero de 1910. En total, se han tardado dos años; el diario “La Cruz” hace una descripción detallada de las innovaciones del teatroy dice claramente que su autor ha sido Gaudí, ayudado por Jujol. Después, el año 1926, cuando muere Antoni Gaudí, el mismo diario vuelve a hacer la misma atribución del Metropol. También lo hacen otros, como “El Restaurador”, que es de Tortosa, o el diario “Tarragona”.

—¿Y por qué no reivindicó la obra, Gaudí?

—Eso Gaudí ya lo había hecho con otros personajes que tenía cerca. El más destacado fue Francesc Berenguer, que fue su mano derecha durante muchos años. Como no había acabado la carrera de arquitectura, muchas veces desarrollaba proyectos que acababa firmando y él nunca se pronunció, aunque todo el mundo sabía que había trabajado en aquel proyecto. En el caso de Jujol, no dijo nada porque habría comportado deshonrar la reputación de un discípulo que amaba y que trabajó con él durante muchos años. Pero los periodistas de “La Cruz”, que eran los que seguían las obras, acabaron diciendo lo que veían, que quien las dirigía era Gaudí y el que hacía la parte decorativa, como aprendiz, era Jujol.

—¿Y no hay ningún documento oficial donde aparezca el nombre o la firma de Gaudí?

—No hay, o no se ha encontrado todavía. Sabemos quién empezó la obra, porque tenemos dos planos de Jujol de 1908, pero no hay ningún documento que muestre quién firmó la finalización de la obra.

—¿La polémica está cerrada?

—El Ayuntamiento de Tarragona ha decidido intervenir y me tengo que reunir con Cristòfor Salom, técnico municipal de Patrimonio Histórico, con el fin de hacer un intercambio de impresiones.

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