El carillón suena a cada hora esta madrugada y no deja dormir a los vecinos de Corsini
Un vecino asegura que presentará una querella contra el consistorio
El carillón del Mercat Central no ha dejado dormir a los vecinos de los alrededores de la plaza Corsini durante esta madrugada del último día del año, 31 de diciembre. Los tarraconenses que viven en esta zona de la ciudad aseguran que el Carillón se ha activado cada hora desde la 1 de la madrugada hasta las 9 de la mañana. Se quejan de que no han podido pegar ojo en toda la madrugada y uno de los afectados asegura que presentarán una querella contra el consistorio por estos hechos.
Un vecino de la calle Soler, Òscar Alduà, se queja a Diari Més de que el sonido de las campanadas y el Amparito Roca ha sido continuo durante esta madrugada, ya que el carillón se ha activado a cada hora. «Tanto yo como mi compañero de piso no hemos podido dormir», asegura este tarraconense. «Hoy teníamos un desayuno de tenedor y teníamos que hacer la Sant Silvestre pero no iremos porque no hemos podido descansar», añade el afectado.
Alduà asegura que los vecinos se han comunicado entre ellos y que tiene conocimiento que, como mínimo, hay cinco personas -dos vecinos de la calle Soler y tres de la calle Canyelles- afectadas que se quejan del ruido del carillón durante esta madrugada. «Hoy es día 31, fin de año, y todo el mundo tenemos cosas que hacer y será un día largo, por lo que no hace nada de gracia no poder dormir», asegura el tarraconense, que añade que «he quedado tan harto del Amparito Roca que casi ya no lo quiero oír nipor Santa Tecla».
El mismo vecino explica que el carillón ya había sonado algún otro día en un horario que no es el que toca -en un principio, está establecido que se active a las 12h y a las 18h-, pero que nunca se habían producido los hechos de esta madrugada. Por este motivo asegura que presentará una querella contra el consistorio conjuntamente con otros vecinos que le quieran dar apoyo.
Se desconoce si el hecho de que el Carillón haya sonado a cada hora era una acción programada desde el Ayuntamiento de Tarragona como prueba para que todo funcione correctamente esta noche de Fin de Año, ya que el Diari Més no se ha podido poner en contacto con el consistorio.