Proponen cerrar el caso de la tragedia del Loveparade con multas para los acusados

El tribunal que juzga la avalancha humano en el festival de música techno Loveparade en el 2010, que causó la muerte a dos jóvenes tarraconenses y a diecinueve personas más, propone cerrar el caso penal con multas para los diez acusados. El juicio empezó el 8 de diciembre del 2017 en Dusseldorf (Alemania) y, trece meses más tarde, todavía no ha acabado. Este miércoles el tribunal y el fiscal plantearon suspender la vista porque, a su parecer, el caso se basa en «pequeñas culpas» de muchos responsables, según ha explicado a ACN el padre de una de las víctimas, Francisco Zapater. Este jueves los familiares han tenido ocasión de oponerse ante el mismo tribunal, que prevé dictar una resolución el 5 de febrero.

Zapater ha explicado que el miércoles se celebró un encuentro a puerta cerrada entre las diferentes partes jurídicas por iniciativa del presidente del tribunal. «Lo que proponía era poner una pequeña multa a los acusados, similar a una sanción de tráfico, y cerrar el caso. Esto es decepcionante y no guarda ninguna proporcionalidad con las 21 muertes», ha lamentado el abogado.

El juicio oral se hace contra cuatro trabajadores de la organización de laLoveParadey seis funcionarios municipales que están acusados de homicidio imprudente y daños corporales. El alcalde deDuisburgen el momento de la tragedia, el propietario de la empresa organizadora del concierto y el jefe de policía responsable de la seguridad no figuran entre los procesados a pesar de que, según Zapater, «ahora se demuestra que sí tenían responsabilidades».

Este jueves a mediodía, Zapater y otros familiares de las 21 víctimas mortales han podido opinar. «Hemos dicho que es un fracaso del sistema judicial que un juicio programado y que se está celebrando, se corte así antes de acabar. Hemos sido críticos porque esto no es justicia», ha añadido.

Según el padre de la joven Clara Zapater, el proceso está «mal orientado» por parte de la fiscalía, dado que no se juzgan los «verdaderos culpables» de la tragedia. A su parecer, tampoco ha habido «interés» en agilizar el proceso porque, en los últimos trece meses, solo se han hecho 96 sesiones y han declarado 58 personas entre testigos y peritos.

Según Zapater, faltarían por comparecer unos 500 testigos más y, a este ritmo, el proceso podría tardar años. Por este motivo, los familiares creen que la justicia alemana teme que el caso prescriba -lo haría el 24 de julio del 2020, diez años después de los hechos- sin que el juicio haya acabado. «Esto sería un escándalo del sistema judicial alemán», ha opinado.

El padre de Clara Zapater ha explicado que, para ellos, el proceso ha sido «un calvario de ocho años y medio». Ahora están decepcionados porque han hecho «un esfuerzo muy grande» y ven que la muerte de su hija «no ha tenido resultados». «Esto nos produce frustración, no hemos tenido justicia», ha concluido Francisco Zapater.

El tribunal archivó el caso el 2016

El 2016 el tribunal de distrito deDuisburgdecidió cerrar el caso aduciendo que no existían pruebas suficientes para abrir un proceso penal. Los familiares de las víctimas pusieron en marcha una campaña a las redes para reabrirlo y recogieron más de 367.000 firmas a toda Europa. La Audiencia Territorial del estado alemán deRenaniadel Norte-Westfalia, con sede aDüsseldorf, acabó dando la razón a la fiscalía y a los familiares de las víctimas, que habían recorrido la primera resolución judicial y ordenó la apertura de juicio oral.

La vista empezó el 8 de diciembre del 2017 y se preveía que acabara el diciembre pasado. Este jueves el tribunal ha comunicado las partes que el 5 de febrero decidirá si continúa el juicio, si sigue con menos acusados o si lo suspende.

Los familiares de las víctimas siempre han defendido que se produjo una imprudencia temeraria en la organización y gestión de laLoveparadeporque se superó de mucho la capacidad del espacio donde se celebraba el acontecimiento. Entre 100.000 y 200.000 personas por hora entraban por un túnel de 20 metros de ancho, que era la única vía de entrada y salida del recinto. Finalmente, una avalancha humano causó 21 víctimas mortales y más de 500 heridos.