Tarragona homenajea a las víctimas del Holocausto para que no caigan en el olvido

Tarragona homenajea a las víctimas del Holocausto con la proyección de la película 'El fotógrafo de Mauthausen' este sábado por la mañana al Colegio de Abogados y de Farmacéuticos de la ciudad. En declaraciones en el ACN, su directora, Mar Targarona, afirma que espera que «no se vuelva a producir una salvajada como aquella». «No puede ser que seamos tan salvajes los seres humanos», añade. El acto, organizado por la Comisión de Cultura del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, también ha celebrado un coloquio y se enmarca en la conmemoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que tiene lugar cada 27 de enero.

La directora Mar Targarona recuerda que fue muy pesado y duro documentarse para rodar la película sobre el fotógrafo catalán Francesc Boix, que salvó los negativos fotográficos del campo de concentración de Mauthausen. «Me pareció una historia muy interesante, la heroicidad de este chico», ha subrayado. Ante el auge de los partidos de la extrema derecha en Europa, considera que no se tendrían que utilizar tan a la ligera expresiones sobre los nazis. Y en este sentido, expresa que se tiene que aprender a convivir con todo el mundo y que se estremece cuando escucha declaraciones como las del ministro italiano Salvini, en las que «dice aquello de un barco cargado de carne humana, me hace temblar, son expresiones mucho nazis».

Coincide con ella, el organizador del cine-fórum y referente de la Comisión de Cultura del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, Jaume Descarrega. Para su opinión, recordar la efeméride del holocausto entre los jóvenes siempre es positivo. De hecho, el abuelo de Descarrega llegó a Mauthausen el 13 de diciembre de 1940 y se estuvo durando cuatro años. Justo cuando lo llevaban a otro campo para exterminarlo porque había caído enfermo los americanos liberaron el campo y pudo salir vivo, explica Descarrega.

Sin embargo, tienen poca información de su paso por los campos de concentración dado que su abuelo nunca quiso hablar. «Sólo escribió un folio de su recorrido por los campos y alguna penuria de alimentación pero no quiso hablar nunca», ha precisado Descarrega. Un hecho que demuestra, dice, que a veces vivir «experiencias tan traumáticas» te hace incapaz de «poner palabras».