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Venezuela

«Venezuela es un país secuestrado, necesitamos la ayuda internacional»

Tres venezolanos, vecinos de Tarragona, analizan la crisis del país desde que Juan Guaidó se proclamara presidente interino

Lisbeth Moncada (45 años)

«Venezuela es un país secuestrado, necesitamos la ayuda internacional»Cedida

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Venezuela atrae la mirada del mundo desde el pasado 21 de enero, cuándo el presidente del Parlamento, Juan Guaidó se proclamó presidente interino del país latinoamericano, rodeado de una gran multitud. Potencias como EEUU y Brasil se han alineado a favor de Guaidó para tumbar el gobierno de Nicolás Maduro, mientras China y Rusia apoyan al sucessor de Hugo Chávez. La Unión Europea se decanta por unas elecciones democráticas para resolver el conflicto y el presidente español Pedro Sánchez daba a Maduro un «ultimátum» de ocho días para que convoque a sus ciudadanos a las urnas. Desde hace cinco días, una calma tensa recorre las calles de las ciudades venezolanas.

Los inmigrantes que residen en Tarragona siguen con preocupación, desde la distancia, la actualidad de su país. Procedente de la barriada de Catia en Caracas, Lisbeth Moncada (45 años), vino a Tarragona hace 18 años. Los últimos días, sigue la actualidad enganchada a las redes sociales. «Eso es una nueva esperanza por recomponer todo o, al menos, para que se convoquen unas elecciones legales, explica a esta tarraconense». Moncada cree que la gente está perdiendo el miedo al gobierno bolivariano de Maduro. «Han encontrado a un líder y están decididos, más encaminados», asegura.

Guaidó pretende ejercer presión a Maduro, que califica su movimiento de golpe de estado. Los defensores del presidente de la Asamblea nacional mantienen que Guaidó hace uso de la Constitución para ocupar un «vacío|hueco de poder». Así lo cree Braulio Elies (30 años), quien viajó hasta Cataluña hace cuatro años. «No es un golpe de estado. Es una potestad que tiene el presidente de la Asamblea nacional. Puede ser presidente interino y solicitar nuevas elecciones», defensa. Se suma a esta opinión Jaidin Rosa (41 años), que va más allá: «El régimen de Maduro es dictatorial; está usurpando la presidencia de los poderes públicos con el apoyo del ejército», explica esta venezolana, residente en Tarragona desde hace 13 años. De los 2.629 inmigrantes que viven en la ciudad, según Idescat, unos 400 son venezolanos.

«La gente está harta»

Rosa cree que la paciencia de mucha gente ha acabado y que este puede ser el golpe definitivo para enterrar Maduro. «Ha hecho una constitución a medida, ha convocado elecciones fraudulentas donde sólo lo han votado las personas que tiene compradas con bolsas|bolsos de comida», afirma. «Se han saltado las leyes de manera reiterada y el pueblo está harto», añade. Moncada cree que, a diferencia del líder opositor Leopoldo López, encarcelado, Guaidó puede liderar un cambio. «Ha buscado el apoyo internacional y Leopoldo no lo hizo», observa.

Moncada explica que en los últimos días la policía ha realizado entradas ilegales en casas y pone en duda las cifras oficiales de una veintena de muertes por las protestas. «No dejan entrar la prensa en el depósito de cadáveres», afirma. Los tres venezolanos consultados hacen referencia a la crisis humanitaria del país. Elies y Rosa envían mensualmente parte de su sueldo a sus familiares. «El salario mínimo es de 18.000 bolívares, pero en el supermercado te encuentras con que un kilo de arroz te cuesta ¡1.500!», explica Elies.

Las necesidades afectan también a la salud, donde predomina la escasez de las medicinas más básicas. Hace dos años, Moncada había conseguido medicamentos para enviar a su país, pero las oenegés la frenaron. «Nos dijimos que no podían enviarlos porque se les quedaba el gobierno», asegura. Moncada explica que está recogiendo dinero para realizar un diagnóstico de cáncer a su tía que cuesta 1.200 euros. Otra familiar sufre cáncer con metástasis en la espalda que no puede paliar con morfina, ya que no encuentran. La madre de Rosa, hipertensa, vive también en el domicilio de su hija en Tarragona desde hace tres años, porque en Venezuela no encontraban medicina. Elies señala que con 50 euros una familia puede comer durante un mes. «Es tres o cuatro veces el sueldo mínimo», ilustra a este tarraconense, procedente del Estado de Lara. «El hambre viene de hace muchos años, no es cosa de las últimas sanciones. Más de 3 millones de personas han emigrado. Eso dice alguna cosa del país», sentencia Rosa, que se crio en el Estado de Guárico.

A la espera de la resolución del conflicto, el riesgo de una guerra civil en el país del carib cierne sobre la población, también entre los compatriotas que viven a miles de kilómetros de distancia. «Los chavistas no entregarán lo que tienen así como así. El chavismo armó la delincuencia. De hecho, hay un partido que está encabezado por diferentes jefes de delincuentes», afirma Moncada que, como Rosa, cree que la oposición política se encuentra más organizada de lo que hace unos meses. Elies, sin embargo, piensa que está «muy diseminada».

La comunidad internacional rechazó en mayo de 2018 las últimas elecciones en las que Maduro fue reelegido como presidente y acusaron los comicios de fraude. Rosa explica que el presidente creó una Asamblea Nacional Constituyente que no tiene validez y que sustituye al parlamento elegido en las urnas. Rosa valora positivamente el ultimátum del gobierno de Pedro Sánchez a Maduro para convocar elecciones y rechaza que se trate de una simple injerencia de un país extranjero. «Estamos en un país secuestrado, necesitamos la ayuda internacional y la ayuda humanitaria. La gente muere cada día», denuncia.

Braulio Elies (30 años)

«Venezuela es un país secuestrado, necesitamos la ayuda internacional»Cedida

Jaidin Rosa (41 años)

«Venezuela es un país secuestrado, necesitamos la ayuda internacional»Cedida

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