La Societat Arqueològica alerta del peligro de destrucción de un tramo de acueducto romano
Un pino crece encima de la estructura de la canalización que traía agua desde el Gaià
Un tramo de acueducto romano del siglo I dC localizado en Sant Pere i Sant Pau corre el peligro de desaparecer si no se actúa de manera inmediata. Además de la presencia de residuos que convierten la zona en un vertedero ilegal, la gran presencia de masa vegetal, y en particular un pino que crece encima de la estructura cubierta, ponen en serio riesgo este sector del Acueducto del Gaià, que cubría una distancia de más de cuarenta kilómetros y suministraba agua a la parte alta de la ciudad de Tarraco.
El sector de acueducto en peligro de destrucción se encuentra en un tramo de la antigua carretera de los Pallaresos, actualmente clausurado para esta función, y a pocos metros de distancia del cementerio. Las raíces del pino y del resto de masa vegetal que se acumula en la zona pueden causar daños irreparables en el monumento.
Óscar Martín, secretario de la Reial Societat Arqueològica Tarraconense (RSAT), manifestó ayer a esta redacción que «es incomprensible el estado de dejadez de la zona y parece que los monumentos de la periferia no existan». Martí aseguró que esta problemática se solucionaría «de manera sencilla, con una intervención de la Brigada». En opinión de la Arqueològica, «el Ayuntamiento tendría que acondicionar estos restos y cambiar un cartel que informa de la presencia del acueducto y que está en un estado indigno», dijo Martín.
Para la Arqueològica, la prioridad es «eliminar los árboles que ya afectan al monumento porque, en caso contrario, perderemos este tramo de acueducto que hay en Sant Pere i Sant Pau». Martín añadió que «el coste económico de la actuación sería muy bajo e incluso la podría llevar a cabo la Brigada, dedicándole sólo unas horas de trabajo». Martín remarcó que el Acueducto del Gaià fue tanto o más importante que el del Francolí, con la diferencia que de este sobresale el Pont del Diablo. En este contexto, el secretario de la Arqueològica recordó que el Acueducto del Gaià, que en algunos sectores coinciden con el de la Mina de l'Arquebisbe, tenía en su tramo final un puente de las características del de las Ferreres que, con seguridad, como mínimo duplicaba las dimensiones de este, ya que enlazaba la Oliva, donde se hacía el tratamiento del agua, hasta el Camp de Mart. De este puente sólo ha sobrevivido algunas cimentaciones de los arcos. El tramo de Sant Pere i Sant Pau es el más próximo a la ciudad de Tarragona que se conserva.