Política
La protesta del activista Jordi Puig por el juicio del proceso llega a Tarragona
El pasado diciembre inició en Baleares un recorrido por los Países Catalanes en silla de ruedas
Jordi Puig, activista independentista catalán que militó en el PSAN (Partido Socialista de d'Alliberament Nacional) en 1977 y residente en las Baleares desde hace dieciséis años, inició el pasado 19 de diciembre un recorrido con silla de ruedas por los Países Catalanes en defensa de los políticos en prisión y el exilio, del derecho a decidir y de la república catalana. Ayer hizo parada en la sede de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) en Tarragona, donde compartió su experiencia con un grupo de personas que se dieron cita. Puig dijo que «el 1 y el 3 de octubre estuvimos a punto de ganar y España se asustó y demostró que no tiene ninguna manía para saltarse la ley para decapitar el movimiento catalán».
Puig ya ha recorrido cerca de un millar de kilómetros desde que inició su aventura reivindicativa en Mallorca. «La mayoría los he hecho en silla de ruedas, pero en función de las circunstancias también me desplazo en coche». El activista comentó que «para salir de Alicante sólo se puede por autovía o autopista y, por lo tanto, este recorrido los tuve que hacer en coche, como también el que hoy –para ayer– me ha traído a Tarragona desde Mont-roig del Camp porque se hacía oscuro».
Puig nació en Gerona y hace dieciséis años que reside en Mallorca, donde empezó su viaje reivindicativo por los Países Catalanes. «En Mallorca se hablaba poco del proceso y lo que sabía era mediante Internet, y cuando algunos de los políticos encarcelados iniciaron una huelga de hambre, decidí que tenía que hacer alguna cosa porque soy independentista de toda la vida». «Delante de personas en huelga de hambre, yo tenía que poner mi granito de arena como muestra de solidaridad y para reclamar la república catalana, que fue proclamada y ahora se tiene que implementar», comentó. «Soy de Gerona, vivo en Mallorca y creo en los Países Catalanes, y por este motivo pienso acabar el recorrido en Salses», remarcó poco antes de iniciar su intervención en la sede de la ANC en Tarragona.
Desde que salió de Mallorca con su silla de ruedas, Puig no ha sufrido «ningún problema hasta ahora». «He paseado por lugares que podrían parecer hasta cierto punto inhóspitos, como Benidorm, pero no he encontrado ni una mala mirada», dijo el activista gerundense.
«El juicio será una farsa»
El mensaje de Puig es muy claro. Se declara profundamente independentista, considera que la actuación de España hacia el proceso no es nada correcto y necesita proclamar su pensamiento a favor del establecimiento de una república catalana. En este contexto, el activista dijo que «todo el mundo tiene que saber que el juicio contra los políticos que están en prisión será una farsa, porque hay acusaciones que «tribunales de otros países dicen que no existen, que no hay causa de rebelión». «La Generalitat fue intervenida y el mismo ministro Montoro –del gobierno presidido por Mariano Rajoy- dijo que no se había desviado dinero público», recordó Puig, quiénes también apuntó que «en diciembre se hicieron unas elecciones decididas por Madrid, que eran fraudulentas, y el independentismo también las ganó». «Aquellos que las convocaron, las perdieron, y eso era impensable para ellos», remarcó.
Con su largo recorrido con silla de ruedas «quiero hacer conocer a la gente que cuando seamos república no nos podremos olvidar del resto de territorios catalanes». «Para mí, los Países Catalanes no son un concepto ideológico, es un mapa de caras y personas, gente que conozco desde hace más de 40 años y que no desfallece, que organiza actos y abre casales y ateneos, que te obliga a seguir luchando», dijo Puig, que poner especial énfasis para decir que «mi país no acaba en el Sénia».