Una acera de 182 metros facilitará el acceso de la escuela Joan XXIII

El acceso a la escuela Joan XXIII de Bonavista es un gran descampado de tierra y malas hierbas. La asociación de vecinos del barrio y la Associació de Mares i Pares (AMPA) del centro reivindican, desde hace dos años, un parking en la entrada y mejorar la entrada. «Cuando llueve, el agua llega a la altura de las rodillas de los niños», asegura Loli Gutiérrez, de la entidad vecinal. Con el fin de solucionarlo, el Ayuntamiento pavimentará el espacio del suelo y construirá una gran acera perimetral.

La concejalía de Territori está a punto de cerrar un acuerdo con el propietario del terreno para construir una acera de 182 metros de longitud y 1,8 de anchura. «Estamos muy contentos», valoraba ayer Gutiérrez, que también es la tesorera del centro en el que estudian 1.500 alumnos. El trazado de la acera recorrerá el muro que hay desde la calle Onze hasta la puerta de acceso al colegio.

El terreno irregular, lleno de piedras y agujeros, dificulta también la entrada de los coches de padres y profesores. Los padres presentaron la problemática al Síndic de Greuges. «No hay ninguna señal, ni línea que delimite los coches de las personas. Los niños caminan por el parking, es un peligro constante, un caos», denunciaba hace meses Sergio Calvente, un padre, a través de las redes sociales.

El concejal de Territori, Josep Maria Milà, contestó a esta petición argumentando que el solar era de propiedad privada y que el consistorio no podía hacer ninguna inversión. Ahora, Territori asegura que está «negociando» otro acuerdo con el propietario del terreno con el objetivo de «hacer una ocupación temporal del espacio del solar para habilitarlo como aparcamiento». El Ayuntamiento prevé allanar este terreno para acondicionarlo como parking. Actualmente, cuando llueve, la zona se llena de barro y grandes charcos que hacen el terreno impracticable para los vehículos.