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Sucesos

El arzobispo de Tarragona: «A veces las personas tienen malos momentos de los cuales se arrepienten toda la vida»

Jaume Pujol defiende que los dos rectores dejen el cargo en Constantí y Arbeca dice que «las faltas no son tan graves» como para que sean secularizados

El Arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, atendiendo a los medios de comunicación.

Arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, abusos a menoresGerard Martí

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El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, cree que algunos abusos a menores pueden ser consecuencia «de un mal momento» de los mosenes. «Si una persona está obsesionada con el sexo y lo va buscando es una cosa, pero hay personas que tienen este mal momento en la vida que les lleva a hacer una cosa que después quizás se arrepentirán toda la vida», ha afirmado en declaraciones a los medios. Después de que los rectores de Constantí y Arbeca hayan sido destituidos al hacerse público que habían sido investigados por el Vaticano por presuntos abusos infantiles entre el 2015 y en el 2016, el arzobispo ha defendido que «en este momento no pueden estar en las parroquias» porque es difícil que la gente lo entienda. Sin embargo, ha dicho que «han podido tener sus errores o faltas, pero no son tan graves como para decir que tienen que ser secularizados».

Mosén Morelly mosén Font «no son unos desgraciados»

Después de que los rectores de Constantí y la Canonja, XavierMorell, y el de Arbeca, Josep Maria Font, hayan dejado el cargo, el arzobispo cree que «no pueden estar en estos momentos a las parroquias». Con todo, según Pujol, ha sido una decisión tomada por los religiosos. Por Pujol,Morelly Font «no son unos desgraciados» y ha admitido que «han podido tener sus errores y sus faltas pero no son tan graves como para decir que tengan que ser secularizados». Dejar de estar al frente de las parroquias «es mejor para ellos», ha dicho Pujol, «y queriéndolos cómo yo los quiero, porque son mosens de la diócesis».

Por Pujol «tiene que pasar un tiempo» porque se ha formado un «alboroto» a raíz de la confirmación que el Vaticano investigó los dos clérigos. Sin que haya especificado a que se dedicarán ahora porque forma parte «de su vida privada», Pujol ha dicho que tendrán un «tiempo de descanso» y que «cada cual hará su vida, o quizás dirán que necesitan hacer un viaje y marchar». Sobre la posibilidad que puedan volver a ejercer, Pujol lo ha dejado en suspenso: «¡ya lo veremos, porque si me tienen que volver a montar un alboroto como este!», ha dicho, riendo.

En cuanto al nombramiento de los mosens, Pujol ha explicado que consideró que eran personas «que podían volver a ejercer el ministerio» pasado un tiempo y que nombró «con toda la confianza».

«Se siguió escrupulosamente lo que dice la Santa Sede»

El arzobispo ha hecho balance de los casos de abusos que se han hecho públicos desde domingo. En cuanto al de padre Llagostera, denunciado por abusos a menores a Constantí en excursiones en el Pirineo, Pujol los ha calificado «de execrables y tristes». «Después de 50 años hay personas que han hablado y condeno los hechos absolutamente y estoy con las víctimas con un dolor muy grande, porque conocí padre Pere, que era un hombre muy estimado», ha dicho.

Por otro lado, sobre los dos religiosos que fueron investigados por el Vaticano por abusos infantiles y que hasta ahora estaban en activo, el arzobispo ha defendido que «se siguió escrupulosamente el que dice la Santa Sede». En todo caso, ha reconocido que ha llegado a pensar que «quizás sí que se tendría que haber hecho de otro modo». Con todo, en los dos casos se puso en marcha un estudio preliminar, se habló con las víctimas o con los padres y se envió a la Santa Suyo. En el caso deMorellse archivó 'pronunc'la causa por falta de elementos, con particular vigilancia por un tiempo prudencial; mientras que por Font se adoptaron medidas disciplinarias proporcionadas «a los hechos probados».

En cuanto al primer caso, Pujol considera que puede ser una «imprudencia». En cambio, en cuanto a los hechos probados ha dicho que hace referencia a «tener un contacto o hacer algo que hace que el niño o la niña se quejen a los padres y los padres se quejen sobre el mosén». «Son cosas que se hablan con los padres y con la víctima si hace falta; se ve que esto no es suficiente», ha añadido Pujol, que ha dicho que se evitó que este mosén hiciera catequesis. En la misma línea, Pujol ha asegurado que en la Iglesia son «pecadores» pero que otra cosa son «quienes forman parte de la Iglesia». «Sufro y ruego», ha dicho.

Pujol cree que eran las familias quién tenían que llevar los casos a los juzgados

Preguntado sobre si no se tendrían que haber llevado los casos de supuestos abusos ante la justicia, Pujol ha afirmado que esto «tocaba a las familias». Con todo, ha asegurado que «nunca quisieron» presentarlo a los juzgados y considera que al Arzobispado «no nos tocaba». «Si hubiera habido una cosa más penal, inmediatamente lo hubiéramos hecho», ha añadido.

El arzobispo cree que se ha actuado de manera correcta con las familias y las víctimas de estos casos. Dejando de banda esto, Pujol cree que «sería importante que esto que ha pasado en concreto con padres, y por el cual el papa Francisco pide tolerancia cero y lo tenemos que hacer; también es momento de investigar» otros ámbitos. En esta línea, ha asegurado que «sería el momento de hacer una investigación de verdad sobre que pasa en el entorno familiar, a la escuela, en esparcimientos o en otros momentos de ocio».

El arzobispo, triste por las víctimas y «con ganas de ser transparente»

El arzobispado no descarta que puedan salir más denuncias después de las que ya se han conocido. «No sé si habrá y se tendrá que ver», ha dicho Pujol, que ha deseado que no sea así y que «si venden, las afrontaremos como lo hemos hecho ahora, con ganas de ser transparentes y de enseñar las cosas tal como son». El arzobispado niega que haya habido más investigaciones de curas de la archidiócesis enviadas en el Vaticano últimamente, al menos desde que Pujol es arzobispo. «Más atrás tampoco hemos encontrado».

Pujol ha afirmado que sufre por las víctimas y también por los sacerdotes, «que están muy tristes porque a muchos los ha cogido de sorpresa y son compañeros» deMorelly Font que, a la vez, están «muy afligidos». «Me pongo a disposición de las víctimas», ha dicho el arzobispo, que recuerda que se ha creado la comisión de prevención de los abusos para atenderlos.

El arzobispo tilda los abusos de «gravísimos»

A media tarde en un comunicado, el arzobispo ha hecho una aclaración sobre las declaraciones de esta mañana y asegura que algunos medios han interpretado su reflexión sobre que los sacerdotes en cuestión tuvieron «un mal momento» como «si pretendiera rebajar la importancia de los hechos». Por este motivo, ha recalcado «que cualquier actuación de este tipo, impropia de nadie y más encara de un presbítero, me parece gravísima. Por eso he pedido perdón en nombre de la Iglesia de Tarragona y me he posado personalmente y el Arzobispado a disposición de escuchar a las víctimas».

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