Movilidad
El servicio de alquiler de patinetes eléctricos llega a la ciudad con dos compañías
A partir de abril, las empresas Wind y Tier Mobility podrían empezar a desplegar sus vehículos que se aparcarán en una parte de las plazas de moto
Tarragona se prepara para acoger un sistema de alquiler de uso compartido de patinetes eléctricos en la ciudad. La concejalía de Mobilitat autorizará las empresas alemanas Wind y Tier Mobility para que aparquen sus vehículos en la calle. El consistorio ha recibido las dos propuestas y negociará los detalles con las compañías. El concejal de Mobilitat, Josep Acero, ya adelantaba ayer a Diari Més que dará el permiso a las empresas para que puedan operar en un plazo aproximado de un par de meses, con la llegada de la primavera.
La intención de Mobilitat es ocupar una pequeña parte de las plazas reservadas para las motocicletas para aparcar los patinetes eléctricos. El equipo de Acero quiere evitar que estos vehículos, entendidos como vehículos de mobilidadpersonal, aparezcan aparcados dispersos por la ciudad y obligará a los usuarios a qué los dejen en estas zonas habilitadas.
«Los usuarios tendrán que saber que los podrán coger en unas zonas determinadas y que los tendrán que dejar el mismo sitio», explica el concejal de Mobilitat. El concejal tranquilizaba a los motoristas: «No se pedran plazas de moto, intentaron ganarlas por otro lado», afirma.
Prohibición por la noche
El Ayuntamiento no permitirá que los patinetes circulen de noche. Aunque las compañías y Mobilitat tienen que negociar las condiciones del servicio, Acero explica que las compañías tendrán que disponer de un centro logístico para cargar los vehículos durante la noche. La idea del Ayuntamiento es dar la autorización a Wind y Tier Movility al mismo tiempo. «No haremos una concesión exclusiva. Será el mercado quien decida si lo hacen bien o mal», subraya Acero.
La llegada de los patinetes de alquiler es un fenómeno que se repite en numerosas ciudades españolas y del mundo. El responsable de Wind Espanya, Gerard Sellarès, es partidario de aparcar los patinetes en la calzada. Su compañía opera en Sant Cugat del Vallès, Palma de Mallorca, Málaga, Arrecife (Lanzarote) y también en Tel Aviv, Viena y París. Los patinetes funcionan a través de una aplicación móvil, a través de la cual el usuario desbloquea el vehículo. La tarifa del viaje varía en función del tiempo consumido encima del patinete. Wind cobra 1 euro para desbloquear el patinete y 15 céntimos por minuto. Es un sistema similar al de la red de bicicletas públicas de ciudades como Barcelona, pero en este caso todo el procedimiento se gestiona a través del móvil.
Para operar en la ciudad, las compañías tendrán que pagar una tasa por la ocupación de la vía pública. Sellarès coincide plenamente con esta medida, aunque, de momento, asegura, ningún Ayuntamiento les ha aceptado pagar una tasa. «Nos encontramos con qué, o bien no nos dejan ocupar la calle o bien nos aceptan sin pagar nada», explica. En Barcelona, la Guardia Urbana retiró los patinetes de Wind por no cumplir con la normativa. Esta situación se ha repetido en otras ciudades españolas como Madrid y Valencia. Sellarès apunta a la densidad de población de Tarragona como uno de los puntos que la convierte en una ciudad «atractiva» para implantar su servicio. «Como a todas las ciudades, tiene un problema de tráfico y de contaminación. Es una ciudad turísticamente importante y tiene un buen clima», resume.
La falta de una ley estatal (la DGT trabaja para elaborar una) provoca que cada ciudad interprete de una manera el uso de los vehículos. Eso provoca situaciones como las de Málaga, donde el empresario de Wind asegura que su Ayuntamiento interpreta el vehículo como un «juguete» y obliga a sus usuarios a circular por la acera a la velocidad del peatón. En Tarragona, los patinetes tienen que circular por la calzada y a 25 km/h como máximo
Desde Wind, Sellarès explica que están listos para implantar el servicio. «Podríamos empezar la semana que viene», asegura. De momento, la compañía espera poder concretar los detalles con el Ayuntamiento y empezar a desplegar sus patinetes por las calles de Tarragona.
El modelo de Sant Cugat
Las dos empresas de alquiler de patinetes eléctricos operan ya Sant Cugat del Vallès. Wind lo hace desde el 28 de enero en una prueba piloto con 40 patinetes que se prolongará tres meses. En la ciudad del Vallès Occidental los patinetes se aparcan en espacios de plazas de zona verde y azul.
Sellarès explica que la media de uso de los patinetes eléctricos es de 20 minutos en un recorrido de 2 kilómetros que tiene un coste de unos tres euros. «Nos interesa en que el patinete utilice distancias cortas y que lo hagan mucha gente. No es una propuesta turística, sino una alternativa de transporte a la ciudad», afirma. Los patinetes de Wind tienen una autonomía de 40 kilómetros y circulan a 25 km/h como máximo. La afluencia de estos vehículos en las calles y la descoordinación entre la elaboración de las nuevas ordenanzas y el mismo uso de los patinetes ha provocado los primeros accidentes mortales, cinco en el 2018, según la Fiscalía de Seguridad Vial. El año pasado se registraron un total de 273 accidentes relacionados con los patinetes.