Infraestructuras
El puente de madera del Francolí vuelve a su lugar cuatro meses después
Un cartel informa de que la estructura todavía no se puede utilizar para atravesar el río
Cuatro meses después de que una riada sacara el puente de madera del Francolí de su lugar y lo dejara semisumergido por el agua del río, la estructura vuelve a estar en su lugar|sitio. El puente presenta los efectos de la situación que ha sufrido en este tiempo y se aprecia que las barandillas de hierro están parcialmente oxidadas y deterioradas por los golpes. Aunque ha sido restituida su ubicación original, ayer, domingo, todavía no se podía utilizar el puente, como así lo indicaba un cartel de prohibición de paso.
El objetivo del puente es permitir atravesar a ambos lados del río a pie y en bicicleta en la temporada en que el Francolí lleva agua y que acostumbra a ser unos nueve meses al año.
La semana pasada, la secretaria de la Asociación de Vecinos Parque del Francolí, Roser Barrio, manifestaba en esta redacción «es una vergüenza cómo se encuentra el puente de madera, que se está estropeando». Barrio añadía que «la inauguración estuvo chalada, se hizo mucha propaganda, y es una lástima que lo hayan dejado perder».
El puente de madera instalado bajo el Puente de Santa Tecla lo financió el Consejo Comarcal del Tarragonès con una aportación económica de cerca de 8.000 euros, y la responsabilidad del mantenimiento recae en el Ayuntamiento, según el acuerdo a que llegaron las dos partes. Desde su inauguración oficial a inicios del mes de julio del año pasado, esta infraestructura sólo ha podido ser utilizada tres meses. Los otros cuatro reposaron en el cauce del río, como consecuencia de los fuertes aguaceros de otoño.