«La gente joven está volviendo al Mercado»

«Hubo unos años que los clientes bajaron porque la gente iba al supermercado a comprar, pero hoy día eso ha cambiado, la gente joven que antes no venía al mercado está viniendo, porque cuando prueban el producto que tenemos aquí ven que es muy diferente».

Quién habla con esta seguridad es Andreu Josep Vila Inglès, y tiene bastante bagaje para valorar los cambios en los hábitos de compra, porque en su casa tienen puesto de fruta y verdura en el Mercado Central de Tarragona desde que se inauguró, a principios del siglo pasado. Hace más de veinte años que viven en Constantí, donde tienen nueve fincas, pero desde siempre han estado vinculados a la ciudad de Tarragona –Andreu explica que son los únicos que todavía hacen verdura en el Horta Grande, en la otra banda del Francolí. Con 63 años en la espalda, asegura que sí que se puede vivir haciendo de campesino, pero teniendo muy claro dos premisas. La primera, que no es suficiente con dedicar ocho horas al día. La segunda, que hay que ir adaptándose al mercado: «años atrás nos habíamos dedicado al mercado de la flor, cogíamos casi mil docenas de crisantemos y lo llevábamos al mercado de la flor de Barcelona, pero cuando llegó la flor de fuera, dejó de ser rentable». La apuesta de la familia, ahora, son las variedades de toda la vida: «no trabajemos con productos híbridos». También tratan de adaptarse a los nuevos gustos, como hicieron con el bróculi de la variedad romanesco, que lo tuvieron hace un par de años por probar y ya se ha quedado en la parada, porque ha sido muy bien aceptado. «La gente viene por el producto de proximidad y por las frutas y verduras naturales», explica Andreu. En su parada del Mercado, Frutas y Verduras Manoli, se pueden encontrar por ejemplo manzanas de Prades, cultivadas por Eugeni Coll bajo la supervisión del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de la Generalitat de Catalunya), en un proyecto de recuperación de este frutero, con que años atrás ya había sido cultivado en la zona. «Si pruebas estas manzanas no querrás otros», asegura Manoli Rodríguez, esposa de Andreu y ama del puesto del mercado junto con su hijo pequeño Jordi. Ahora, apunta Andreu, estamos en plena temporada del bróculi romanesco, lechuga romana, col de papelina, escarola de cabello de ángel, ajos tiernos y acelga. «No hacemos producción ecológica pero tratamos de poner el mínimo de productos químicos. Y tampoco hacemos producción intensiva, por eso el rendimiento no es tan alto y no competimos con las grandes empresas, pero la calidad es como de la noche a la mañana. Y, además, como todo es nuestro, bajamos el precio tanto como nos es posible». La pareja asegura estar muy satisfechos con el nuevo mercado, aunque apuntan que los horarios son un pelín demasiado amplios. No obstante, Andreu admite que «esta inversión tan grande sería inviable abriendo sólo por la mañana. Hay que mentalizarse de que, hoy día, un autónomo es casi imposible que trabaje ocho horas al día. Y si trabaja en la tierra, todavía menos».