El Teatre Tarragona cierra 'sine die' por la caída de elementos ornamentales

El Ayuntamiento no sabe cuándo podrá reabrir el Teatre Tarragona, después de que el desprendimiento de elementos ornamentales haya obligado a cerrar el escenario de la Rambla Nova sine die por motivos de seguridad. Así lo informó ayer tarde la concejala de Patrimonio Cultura y Fiestas, Begoña Floria, a quien remarcó que las piezas que cayeron, unas planchas de cartón yeso, «no forman parte de la estructura del edificio». Floria anunció que el espectáculo de Francis Núñez, programado para el próximo viernes, no se llevará a cabo, al menos en el Teatre Tarragona, aunque el Ayuntamiento busca un escenario alternativo con el que tendrá que estar de acuerdo el bailarín para llevar a cabo la representación. Este escenario podría ser el del Teatre Metropol.

El desprendimiento fue detectado el sábado por la mañana, cuando personal vinculado a Dagoll Dagom accedió al teatro para dejar material de Maremar. La obra se suspendió ante la situación inesperada que se había producido y para evitar males mayores.

Los elementos ornamentales que cayeron ocupaban todo el ancho de la sala y estaban colocados junto al techo, a una distancia de unos doce metros del suelo. Como consecuencia del desprendimiento, las piezas arrastraron otras de similares características, localizadas en la barandilla del anfiteatro. «Desde el punto de la actividad teatral, la situación es grave», dijo Floria, quién añadió que «no sabemos cuándo podremos reabrir el teatro». La concejala afirmó que no se reanudará la actividad habitual «hasta que los técnicos no lo hayan revisado todo» y se proceda a colocar las nuevas piezas ornamentales. Además, parte de las paredes laterales de la sala también quedaron afectadas.

Floria indicó que «ya estamos trabajando en la reorganización de la programación teatral». El calendario de representaciones se repondrá en función de las posibilidades de las compañías y de la aceptación o no de recolocar los espectáculos en otros espacios de la ciudad. «Estamos estudiando varias alternativas para no perder la programación», dijo Floria, «siempre que sea posible».

El concejal de Territorio, Josep Maria Milà, manifestó, por su parte, que el desprendimiento «podría ser causa de la fatiga de algún anclaje y que este hubiera cedido, pero tenemos que mirar todo muy bien para averiguar las causas reales». Milà, que no se aventuró a decir los posibles motivos del desprendimiento, recordó que el edificio se inauguró en diciembre del 2012 y, por lo tanto, se mantiene la garantía de diez años de la construcción. Por otra parte, el Ayuntamiento dispone de un seguro y la compañía tendrá que determinar la responsabilidad de los hechos.

En este contexto, Floria admitió que el desprendimiento «nos ha sorprendido, porque estamos hablando de una obra relativamente nueva». En todo caso, la concejala de Patrimonio, Cultura y Fiestas aseveró que el Teatre Tarragona no volverá a la actividad hasta que no esté garantizada la seguridad de los espectadores y de las personas que trabajan en el escenario de la Rambla Nova.