En el 2018 los juzgados recibieron 2.120 expedientes sobre cláusulas abusivas

Los juzgados tarraconenses recibieron el año pasado 2.120 expedientes sobre cláusulas abusivas hipotecarias, es decir, aquellas que no se negociaron individualmente con el consumidor y que pueden causar un desequilibrio entre este y la entidad bancaria. Los juzgados especializados en estas prácticas no consentidas han resuelto 2.024 expedientes, aunque tienen 2.789 pendientes. Son datos de la Generalitat que el 11 de febrero respondía una pregunta de Ciudadanos sobre el número de expedientes de cláusulas abusivas que se tramitan en toda Cataluña.

El partido naranja también pedía al Gobierno conocer qué «medidas extraordinarias ha adoptado el Departamento de Justicia para desbloquear la situación extraordinaria de colapso que sufren y que afecta a la situación judicial de miles de ciudadanos». En este sentido, el Gobierno informa de que ha reforzado al personal y ha prolongado las jornadas en los juzgados especializados. En Tarragona, estos refuerzos se han produit en el jujat de Primera Instancia 8.

Cada provincia del territorio cuenta con un juzgado especializado en el conocimiento de los litigios sobre cláusulas abusivas. Las cuatro provincias catalanas recibieron en el 2018 un total de 22.659 expedientes, la mayoría se ingresaron en Barcelona (17.341). Gerona recibió 2.156 y Lérida 1.042. En total, los juzgados tienen 35.203 expedientes pendientes de resolver en toda Cataluña.

Las cláusulas suelo son las cláusulas abusivas más habituales. No son ilegales en sí, pero en los últimos años, diferentes sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea han declarado nulas estas cláusulas. La falta de transparencia en la naturaleza de estos preceptos es uno de los argumentos de la justicia para acreditar nula una cláusula suelo. Otros requisitos son la falta de información suficiente, que haya una cantidad abrumadora de datos y que no se explique con claridad el coste comparativo con otros productos de la entidad.

Las cláusulas de vencimiento anticipado han desencadenado en desahucios que han afectado a muchas familias. Esta disposición en el préstamo hipotecario, considerada también como abusiva, permite a la entidad bancaria a exigir la devolución total del préstamo en caso de que el deudor no pagara alguna de las cuotas. La pérdida del trabajo provocada por la crisis económica hacía imposible para muchas familias seguir cumpliendo con las cuotas y, todavía menos, pagar de golpe el préstamo que habían adquirido. Como consecuencia, los bancos acababan expulsando a las familias de su casa.

Otra cláusula abusiva es la de interés moratorio con la cual la entidad penaliza con un interés adicional la demora en el pago. La legitimidad de esta reclamación de los bancos acaba cuando la indemnización es desproporcionadamente alta para el consumidor. Las cláusulas multidivisa permiten al deudor pagar el préstamo con una moneda diferente del euro. Eso puede resultar ventajoso para la persona que pide el préstamo, pero también implica un alto riesgo, ya que en función de la apreciación o depreciación de la moneda, la hipoteca también se puede encarecer. La jurisprudencia establece que estas cláusulas son abusivas porque entiende que los bancos no ofrecían una explicación clara de cómo afectaba a la situación económica del contrato en sí. En algunas ocasiones las entidades sólo informaban de que eran productos arriesgados.