Las voces más jóvenes de la catedral
El Cor Jove de la Schola Cantorum de la Catedral de Tarragona está formado por una veintena de cantantes
La Schola Cantorum de la Associació dels Amics de la Catedral de Tarragona fue fundada el año 1988, a iniciativa de mosén Miquel Barbarà i Anglès. El año pasado celebraba los treinta años de vida con cuatro secciones a pleno rendimiento: el Cor, el Corr Jove, el Cor infantil Estels y la Orquestra. Entre todos, suman cerca de 140 personas que, de manera desinteresada, dedican tiempo y ganas de hacer música para la ciudad.
Anna Mateu es la directora del Cor Jove, la formación que incorpora a una veintena de cantantes de edades comprendidas entre los catorce y los cuarenta años, y que sólo durante el 2018 ofrecieron un total de diecisiete conciertos. Su repertorio incluye músicas del mundo, espirituales negras, música de películas, musicales, música religiosa y música popular, y participan tanto en las celebraciones más señaladas de la Catedral, como también en otros acontecimientos sociales, religiosos y solidarios en varios recintos, capillas y santuarios.
«Intentamos no hacer piezas sumamente difíciles, que nos cuesten mucho trabajo y no las podamos alcanzar, sino piezas bonitas, que gusten al público y, sobre todo que los cantantes las canten a gusto», explica Mateu. Eso, sí, añade, «lo que hacemos, lo hacemos bien». Según detalla la directora, en los ensayos se trabaja de manera intensiva con el fin de educar la voz y proyectarla de manera que quede «limpia y bien trabajada». La formación hace un ensayo semanal, todos los miércoles de 20 en 21.30h.
El Cor Jove de la Schola Cantorum se puede escuchar en el interior de la Catedral en días como el Miércoles de Ceniza, Domingo de Ramos, durante la celebración del Corpus o la Velada en el Claustro. Sin embargo, también colaboran habitualmente con otros proyectos, como conciertos solidarios con otras Corales, el Maratón de TV3, PROIDE, o la interpretación de Villancicos, y el acompañamiento en celebraciones de cariz particular como bodas y comuniones. En este sentido, Anna Mateu, que también es directora del Cor Estels, quiere poner el énfasis en el hecho de que la formación está completamente abierta a la ciudad: «pueden contar con nosotros dentro y fuera de la Catedral, nos pueden venir a conocer y ver que tenemos muchas vertientes, porque nuestro repertorio es muy amplio».
Mateu, que también canta con el Cor de grans, señala que el canto coral está en plena forma en la ciudad, y que, en el ámbito de la Catedral, eso ha sido posible gracias a mosén Miquel Barbarà i Anglès: «hay un antes y un después. Hace treinta años en la Catedral no había coral. Y ahora hay cuatro secciones gracias a él, que ha sido el gran impulsor. El resto lo ayudamos y estamos a su servicio, y lo hacemos muy contentos y con toda la ilusión».
Para Mateu, la experiencia de cantar en un escenario como la Catedral no se puede describir con otra palabra que no sea «maravillosa», y más ahora, añade, «que el órgano ha sido restaurado y suena tan bien».