Elecciones Municipales
Los candidatos no se ponen de acuerdo sobre el futuro del urbanismo
Siete formaciones debaten en el marco de un acto convocado por la Cátedra Unesco de la Vivienda
La Cátedra de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili reunió, ayer por la tarde en el campus Cataluña, candidatos y representantes de los partidos con representación en el Ayuntamiento de Tarragona, para debatir sobre vivienda y el futuro urbanístico de la ciudad. Sergio Nasarre, director de la Cátedra Unesco de l'Habitatge, se refirió en la presentación del acto a las opciones «ciudad construida ante ciudad nueva» y dijo que hay que debatir sobre «la problemática de la vivienda y qué modelo queremos».
El concejal de Territorio, Josep Maria Milà, del PSC, inició su participación defendiendo el POUM, instrumento que «define perfectamente el modelo de ciudad: no podemos improvisar». Milán afirmó que «en Tarragona es necesaria la construcción de 450 nuevas viviendas al año y nos tenemos que adecuar al ritmo de una ciudad que tiene que crecer».
Por su parte, el candidato a la alcaldía por ERC, Pau Ricomà, apuntó que «el POUM actual no sirve porque se redactó antes de la burbuja inmobiliaria». Según dijo, «la ciudad tiene que ser para la gente y, en este sentido, Tarragona es una ciudad fallida». Ricomà se declaró partidario de «cohesionar la ciudad y recuperar las zonas deprimidas», y rechazó los proyectos de la Budellera y del Valle del Llorito, porque «no tienen ningún sentido y, además, es estropear el medio ambiente: queremos un centro y una Parte Baja viva». «Tarragona no puede ser una ciudad dormitorio, como es el Baix Penedès ya lo es de Barcelona», decía.
La tercera intervención correspondió a Rubén Viñuales, candidato de Ciutadans. «Si no hay viviendas nuevas, los arrendamientos subirán», sentenció. Viñuales añadió que «tenemos que rehabilitar y trabajar para que el centro de la ciudad no se vacíe, pero la rehabilitación se tiene que hacer en profundidad y no poniendo chapa y pintura». Con respecto al POUM, dijo que «es necesario». «Tarragona tiene un buen producto y un marketing malo», comentó, para concluir diciendo que «el problema de la vivienda social tiene solución».
A su vez, el candidato del PDeCAT, Dídac Nadal, aseguró «quiero una ciudad diferente y el POUM tiene que ser el guión para planificar el futuro». Navidad remarcó que «mucha gente de Tarragona ha ido a vivir a pueblos de los alrededores porque lo expulsamos a causa del aumento de los precios de los alquileres y de las viviendas». Según su opinión, «Tarragona tiene que garantizar el derecho a la vivienda», hizo una apuesta «por la rehabilitación» y afirmó que «el sesenta por ciento de las viviendas del Camp de Tarragona no son accesibles porque faltan ascensores», una situación en que se tendrá que trabajar en el futuro.
Por su parte, la candidata de la CUP a la alcaldía de Tarragona, Laia Estrada, posicionó a favor «de una ciudad más sostenible, cohesionada y que vele por el bien de la población». Estrada recordó que «hace medio siglo que existen los barrios de Ponent y ningún gobierno municipal ha hecho nada para cohesionar la ciudad». Según dijo, «hay que revisar un POUM que quiere que Tarragona crezca por los extremos y no por el centro». Estrada abogó por «una ciudad con espacios para la gente, priorizando las islas de peatones,», y a pesar de mostrarse favorable a las terrazas de bares y restaurantes, dijo que «no pueden ocupar todos las calles y plazas».
En representación del Partido Popular intervino a Raúl Arranz. «Tenemos un guion para hacer la ciudad», dijo en referencia al POUM, y negó la necesidad de «reabrir el debate» sobre su contenido. Arranz expresó la necesidad que «coser Ponent con el centro» y subrayó que no hacer construcción nueva «tiene un precio» que se traduce «en alquileres y compra de viviendas más caras». Además de defender la «rehabilitación del centro, la Parte Alta y la Parte Baja», Arranz recordó que «Tarragona está agotando al suelo programado y hay que seguir creciendo».
La última en intervenir fue la candidata de En Comú Podem, Carla Aguilar, dijo que su formación «plantea una ciudad diferente y hay que reilusionar Tarragona». «La gestión feminista se tiene que notar también en el urbanismo», apuntó. Aguilar rechazó al «modelo de grandes actuaciones, como los Juegos Mediterráneos, que no repercuten en la gente» y pidió «trabajar en red».