Empresas
Los compradores del PP-10 no tienen asegurada la licencia comercial
El alcalde Josep Fèlix Ballesteros recuerda que la última decisión está en manos de la Generalitat
La junta de propietarios de los terrenos inmersos en el PP-10, donde tenía que instalarse la multinacional sueca Ikea, decidirán hoy, lunes, a quién venden 68.000 metros cuadrados de superficie. El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, manifestó ayer a esta redacción que «el comprador no tiene garantizada la licencia comercial, que la tendrá que dar la Generalitat después de estudiar qué proyecto querrá hacer. Hay que decir que, hoy por hoy, la administración catalana no es partidaria de hacer nuevas grandes superficies comerciales en Cataluña.
Dos grupos aspiran a hacerse con los terrenos de lo que, en los últimos años, se ha conocido como el Plan Parcial de Ikea. Se trata de la firma andaluza Bogaris y la holandesa Ten Brinke. Ballesteros comentó que, de los tres operadores interesados, uno, conocido como El Turronero, fue descartado. La venta está valorada en 15,7 millones de euros.
El alcalde de Tarragona comentó que los dos grupos que aspiran a hacerse con los terrenos «tienen en la cabeza poner instilaciones hoteleras y de uso comercial». Estas futuras intervenciones se sumarian al proyecto de construir uno sociosanitario y una residencia para las personas mayores, lo cual «demuestra que hay confianza en invertir en Tarragona». Por otra parte, Ballesteros va indicaf que Ikea tenía previsto hacer tres centros comerciales en el Estado, concretamente en Tarragona, Girona y Almería, y, según sus palabras, «no hará ninguno de los tres porque Ikea ha cambiado su modelo de negocio». La multinacional sueca, como también lo están haciendo otras grandes cadenas, están optando por abrir tiendas de proximidad en el centro de las ciudades en lugar de hacerlo en polígonos comerciales del estilo del de las Gavarres. Esta sería la causa por qué Ikea ha desestimado la posibilidad de instalarse en torno a la Anilla Mediterránea.
Ballesteros valoró de manera positiva la futura llegada de instalaciones comerciales al PP-10 y dijo que «es importante que haya interés». Además, subrayó que el desarrollo del polígono que se urbanizará en la zona de influencia de la Anilla Mediterránea «permitirá la construcción de cerca de quinientas viviendas, de las cuales se podrán beneficiar las personas jóvenes.»
Con la venta de los terrenos por parte de la junta de propietarios se podrá dar por cerrada una primera fase de la cronología que afecta al PP-10 y que empezó en 2012, cuando Ikea firmó un protocolo de intenciones y hizo una reserva de opción de compra.