«Queremos que la mujer gitana tenga las mismas oportunidades que el resto»

Trinitat Torres (Tarragona, 1969) se casó con 16 años y en los 17 era madre de su primer hijo. A los 38 años, cuando ya era abuela decidió que se tenía que formar. Estudió dos ciclos de grado superior y actualmente es mediadora cívica y comunitaria. Torres preside la Asociación de Mujeres Gitanas Karing - Vaix, fundada hace un año y que fomenta, entre la mujer gitana, la necesidad de estudiar para que tengan las mismas oportunidades que las mujeres payas.

— Cuál es el objetivo de Karing - Vaix?

— Queremos impulsar que la mujer se forme sin perder nuestra cultura. Nacemos gitanas y morimos gitanas. Queremos que las mujeres tengan oportunidades como mujeres. Tenemos ganas de alzar nuestra voz y queremos formarnos. Si tienes el graduado escolar tienes más posibilidades de encontrar trabajo. Si tienes otra formación todavía tendrás más oportunidades. Como dice nuestra asociación, Karing-Vaix (en rumano, Mirando nuestro futuro ) miramos por el futuro de nuestras hijas y nietas.

—Qué es ser mujer gitana hoy?

—Vamos a la escuela, al instituto. Hay quien no va y queremos evitar el absentismo. Salimos, nos prometemos con nuestros chicos, nos casamos y después tenemos hijos y formamos un hogar. A partir de aquí somos mujeres normales que vamos a trabajar y hacemos la vida que hacen todo el resto de mujeres. Nos casamos a los 16, 17 años. Lo que queremos es que acaben la ESO y después continuin educación reglada a los 17, 18 y 19 años. Se casarán jóvenes igualmente, pero queremos que lo retrasen todo un poco para que no se encuentren con 40 años y sin estudios.

—El hecho de que los gitanos formen a una familia antes que las familias no gitanas afecta igual a la mujer que al hombre?

—No es que afecte o no. El hombre en principio trabaja, hace su trabajo. Está claro que, si la mujer forma un hogar, tiene que estar más por sus hijos. Nos gustaría que este punto lo retrasaran más. Yo tengo muchas niñas en la asociación que con 16 y 17 años están prometidas. No digo que no tengas novio y te cases, pero primero se tendrían que sacar la ESO. Salen con el novio, porque la mujer gitana sólo conoce a un hombre como se hacía antiguamente. Si te va bien te casas está claro, y si no, no te casas. Entonces, formas la casa. Hay quien tarda tres o cuatro años en tener hijos y otros, como yo, que en un año tienen el hijo.

—Entonces, uno de los objetivos principales de la mujer gitana es cuidar el hogar?

—Cuidamos el hogar, trabajamos, muchas van a los mercados, viven de la venta, pero hasta ahora no pedían al graduado escolar. Tenerlo es una oportunidad. Cada uno es libre de hacer lo que quiera pero yo aconsejo que se lo saquen, pero yo no quiero cambiar la cultura gitana. No obstante, estamos en el siglo XXI y ya es hora que nos formamos. Si el hombre y la mujer trabajan, la casa va mejor.

— Cuál es el perfil de la mujer que acude a la asociación?

—Tenemos gente joven pero también mucha de mediana edad. Tenemos que convencer a las madres de 35, 40 años para que vean realmente necesario el hecho de que las hijas se formen. Por eso intentamos que vean que otras mujeres se superan y que pueden conseguir sus sueños. La mujer que tiene más cultura está mejor vista, será mejor tratada en todos los aspectos y podrá entrar al mercado laboral.

—Según la Unión Romaní (Federación de asociaciones de gitanos de toda España) en el Estado hay 600 gitanos que estudian en la Universidad y el 65% son mujeres.

—Yo conozco unas cuantas que van a la Universidad. Eso es lo que queremos nosotros, que no se pierda la cultura, pero que si la mujer quiere formarse que lo haga.

—Cuáles son los pilares básicos de la cultura gitana?

—El respeto, a partir de aquí que la mujer dé su honra a su marido casándose virgen. Nos gusta crear una familia, somos muy familiares, lo damos todo por la familia y por los otros. A un gitano le das un trocito y él te dará el brazo entero. Somos personas muy nobles.

—El chico también tiene que llegar virgen al matrimonio?

—No, en principio no. Antiguamente, cuando la mujer se tenía que casar era una dote que la hija fuera virgen. Siempre lo hemos respetado.

—Desde el ámbito payo se podría entender como una desigualdad entre la mujer y el hombre.

—Tenemos las tradiciones muy arraigadas y no las queremos perder. Lo que sí que quiere la mujer es tener independencia. Tenemos una cultura que se tiene que respetar. No tienes que dejar de ser gitana al mismo tiempo adaptarte al mundo. Hay mujeres que se han separado y han rehecho su vida. Tienes que nacer para entenderlo. No es ninguna fuerza mayor cuidar a los hijos. Si me casé con 16 años es porque quise. Conozco mujeres que han estudiado como abogadas y no se han casado y viven con sus padres como solteras. Me parece perfecto.

—No podrían vivir solas?

—Sí, pero normalmente viven con los padres. La mujer es un valor que proteges. El padre protege mucho a la hija, el hijo también no hace falta decirlo. Tampoco los tenemos en una burbuja pero los enseñamos los valores de la vida y el respeto.

—Usted es feminista?

—Lucho por la mujer y tengo una asociación de mujeres. Lucho por la mujer, pero con respeto, es el fundamental. El respeto es fundamental en la asociación y en nuestra etnia.

—Persiquen la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los ámbitos?

—Si. Muchas mujeres cobran menos que los hombres, en la sociedad en general. Las bajas por maternidad tampoco son iguales para los hombres. También se tiene que decir que la imagen del patriarca asentado en el sofá ya no existe. Queremos que la mujer se sienta independiente, válida, empoderada. Que sientan que son mujeres y que tienen un papel relevante. No es cierto que el hombre gitano sea más machista. Cuando estudiaba era mi marido quien se me animaba. Si hubiera sido machista no me lo habría dejado hacer. Hay hombres no gitanos que son más machistas.

—Da apoyo a la tradición del pañuelo?

—Si, como la Navidad y la noche de Sant Joan. No obliguamos a nadie, les sale de ellas mismas porque lo han visto siempre y es una cosa normal.