Laura Castel sustituye a Mònica Alabart y será la número 2 de ERC en las elecciones municipales

La senadora republicana Laura Castel será la número 2 de la lista de ERC en las elecciones municipales del 26 de mayo. El portavoz en el Ayuntamiento, Pau Ricomà, anunció ayer el segundo nombre de la candidatura, que encabeza él mismo como número 1.

Castel toma el relevo de Mònica Alabart, que deja la política por incompatibilidad con su carrera profesional como inspectora de Educación. «Mònica ha dejado un listón muy alto», señalaba ayer Castel que agradeció a Ricomà poder formar parte de la lista independentista. Nacida en 1971, Castel está casada y tiene dos hijos. Destaca su trabajo en el Senado sobre las redes cerradas energéticas que ahorran un gasto importante a las empresas químicas. El pasado diciembre el Gobierno de Pedro Sánchez modificaba la ley para permitir este sistema de redes que surgió de una proposición municipal. «El proyecto de las redes es un ejemplo ilustrativo de cómo hemos aprovechado todas las instituciones donde estamos presentes de la colaboración de donde estamos presentes para llevar las reivindicaciones del territorio a todas partes », afirmó. Castel es licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la UNED y tiene un Master de Estudios Internacionales en la UB. También tiene un posgrado en Derecho a la Unión Europea. La hasta ahora senadora ha sido propuesta por la ejecutiva del partido y será ratificada en la próxima asamblea del 28 de marzo.

Ricomà agradeció «el enorme trabajo» que ha hecho Alabart estos últimos años, de quien dijo que es una «trabajadora incansable». Desde octubre, Alabart hacía compatible su trabajo en Lérida con el de concejala. Ahora, deja la política para dedicarse de lleno a la inspección en el ámbito educativo.

El portavoz de ERC se refirió a la polémica surgida después de que el presidente Quim Torra haya cambiado el lazo amarillo del balcón de la Generalitat por una pancarta blanca donde hay un lazo dibujado y un trazo de rojo encima para denunciar la existencia de los presos políticos. «Es indigno. Las expresiones de solidaridad con los presos tienen» que «existir», afirmó. Para Ricomà, que la junta electoral considere los lazos como un elemento de «politización viene a decir que los presos son políticos».