«No me siento poeta, escribo porque me siento obligado a hacerlo»

Los recuerdos y la inspiración de Enrique Villagrasa (1957, Burbáguena) navegan entre la «belleza azul» de su mar de Tarragona y el «silencio» y las viñas de Burbáguena, su pueblo natal de Teruel. El periodista presentaba ayer Queda tu sombra (La rama dorada), su último libro de poemas que engrandecen la lista de la veintena de publicaciones. El libro es «más pasado que presente» y es una mirada, sobre todo, a los recuerdos de infancia entre los vecinos aragoneses. «Me inspiro en todo lo que veo a mi alrededor», explica Villagrasa, que cuando escribe desconecta por completo. «Estoy fuera de mí, en otro mundo, como si alguien me adujera», observa. «A través del primer verso me dejo ir», explica. Este tarraconense llegó a la ciudad con 23 años, después de finalizar los estudios universitarios.

Sus referentes son Quevedo y Lorca. Después descubrió a Juan Ramón Jiménez, a pesar de que Poeta a Nueva York lo sigue fascinando. A través de sus poemas, asegura que hace «un uso del lenguaje para descifrar las entrañas de la poesía». Este lector de poesía, que reivindica a los poetas tarraconenses, sin incluirse en la lista. «No me siento poeta. Cuando tengo una idea me siento obligado a escribirla», concluye.