Sànchez: «No habrá independencia porque los catalanes no la quieren»

Pedro Sánchez ha puesto en pie el recinto ferial del Palau de Congressos con una de las advertencias que ha tirado contra los partidos independentistas. «¡La independencia no se producirá, no sólo porque no es constitucional y no tiene reconocimiento internacional, sino porque los catalanes no la quieren!», exclamaba el presidente del Gobierno español, en la clausura de la convención municipal de los socialistas catalanes.

Delante de un millar de militantes y simpatizantes que han llenado hasta los topes el recinto ferial, Sánchez ha cargado contra los líderes del proceso en los que ha acusado de «engañar» la población con falsas promesas y se ha erigido como el garante del deseo real, según él, de los catalanes: la convivencia. «Que sean valientes y os digan: os hemos engañado», afirmaba.

A dos semanas de la campaña de las elecciones generales del 28 de abril, Sánchez se ha dado un baño de masas en Tarragona, en su primera visita en la ciudad desde que está al frente del ejecutivo español. El presidente entraba acompañado del alcalde Josep Fèlix Ballesteros, telonero de las principales intervenciones de los líderes socialistas como la ministra de Política Territorial y candidata por Barcelona, Meritxell Batet y el líder del PSC, Miquel Iceta.

El presidente español ha cargado duramente contra el PDeCAT y ERC, a quien ha acusado de «alimentar el conflicto» social y político entre Cataluña y España. Sánchez ha recordado que Iceta propuso una mesa de partidos en el Parlament para encontrar una solución a través del diálogo. «No se ha puesto en marcha porque separatistas y separadores viven del conflicto», afirmaba. Minutos antes, volvía a equiparar los independentistas y a la derecha, en concreto la del PP, al asegurar que todos ellos «tienen en común que interpretan la política como un instrumento de confrontación y nosotros entendemos la política como una herramienta para solucionar los problemas de la gente».

Minutos antes, Iceta también se ha mostrado tajante y enérgico contra los independentistas y ha cerrado la puerta a cualquier referéndum. «Que nadie se engañe, no habrá independencia, referéndum ni autodeterminación, pero tampoco se condenará a este país a no tener instituciones de autogobierno, porque nosotros cortaremos el paso a la derecha,» avisaba. Con estas palabras, el líder del PSC buscaba desdecirse de las declaraciones cinco días atrás donde llegó a afirmar, en una entrevista en el diario vasco Berria, que si el 65% de los catalanes quieren la independencia, la democracia tenía que encontrar un mecanismo para hacerla posible.

Los «insultos» del 1 de octubre

Ballesteros, candidato a la alcaldía de Tarragona, ha abierto los turnos de intervenciones principales con una breve alocución en qué ha «agradecido» al presidente Sánchez por la aprobación del ejecutivo del proyecto de redes cerradas que ahorra energía a las empresas químicas de Tarragona. También se ha mostrado complacido por las obras del túnel del Coll de l'Illa y se ha referido a los «insultos y escarnios» que los socialistas hubieron de «aguantar» para «defender la democracia y la libertad» durante los días previos al referéndum del 1 de octubre y el mismo día de la votación, suspendida por el Tribunal Supremo. A pesar de todo, ha añadido, el alcalde «mantiene la mano tendida para el diálogo».

Sánchez ha utilizado una buena parte del 40 minutos de su intervención para alertar del peligro de un gobierno de derechas (PP y Ciudadanos) impulsado por la extrema derecha de Vox. Para evitarlo, el presidente español ha pedido una alta participación a las urnas «para que no pase como en Andalucía donde la gente dio por hecho que ganaría el PSOE».

El candidato del PSOE en la Moncloa ha recuperado las polémicas palabras del candidato del PP por Madrid, Adolfo Suárez Illana, cuando criticó el aborto (después pidió disculpas) explicando que los neandertales también lo hacían. Sánchez ha reprochado al PP que ponga en duda derechos que se han garantizado hace años como el aborto. «Los neandertales son ellos», ha afirmado. «La derecha siempre llega tarde a los progresos sociales, pero ahora quiere involucionar», exclamaba en la misma línea Batet, quien ha simplificado la campaña del 28-A en dos opciones. «O avanzamos o volvemos en las épocas más oscuras», avisaba.

En plena precampaña, el candidato por Tarragona, Joan Ruiz, no ha participado en las intervenciones principales de la convención. Sí que se ha sentado en la primera fila entre otras figuras del socialismo como el expresidente José Montilla. Los concejales Javier Villamayor, Pau Pérez y Begoña Floria también se sentaban entre el público.

Después de pasear para|por Barcelona con un autobús con mensajes contrarios a la homofobia y el racismo, el candidato al Ayuntamiento de Barcelona, a Jaume Collboni, ha traído el vehículo hasta Tarragona para explicar que «somos muchos más los del discurso del amor que los del odio y el retroceso», en alusión al partido de extrema derecha Vox.