Las ofertas para urbanizar el PP-10 se tienen que presentar antes del 29 de abril

El Ayuntamiento de Tarragona ha hecho público el anuncio de licitación de las obras de urbanización del PP-10 –conocido como Plan Parcial de Ikea–, que afectan a una extensión de terrenos de 68.000 metros cuadrados existentes entre la T-11, más conocida como Autovia de Reus, y Bonavista, y que en un futuro quedará enlazada con la Anilla Mediterránea. Las empresas que quieran concurrir tienen de tiempo hasta el 29 de abril para presentar sus propuestas. El valor estimado de la actuación urbanística asciende a 18 millones euros –IVA incluido– y el calendario de obras será, como máximo, de quince meses, a partir de la aprobación de la adjudicación del proyecto que resulte ganador.

Aunque el pasado 11 de marzo se anunció que la firma holandesa Ten Brinke había llegado a un acuerdo con la Junta de Propietarios por la adquisición de los terrenos, una semana más tarde se conoció que Bogaris, el otro grupo que competía para hacerse con esta zona de poniente de Tarragona, todavía tenía opciones a comprarlos y desarrollar su propio proyecto comercial.

El próximo miércoles, día 3 de abril, está previsto que la Junta de Propietarios vuelva a reunirse para decidir a quién vende, finalmente, los terrenos. La decisión tiene que ser aprobada por una mayoría del 70 por ciento. El Banco de Sabadell posee el 32 por ciento y el resto de propietarios el 68 por ciento, por lo cual están obligados a llegar a un acuerdo interno.

El pasado 11 de marzo, cuando se dio casi por hecho que la Junta de Propietarios se había decantado por vender a la holandesa Ten Brinke, el alcalde de Tarragona, a Josep Fèlix Ballesteros, manifestó que «ya podemos adjudicar la urbanización, que se tendrá que licitar nuevamente, ya que se ha superado el calendario.» Ballesteros se mostró convencido de que «las obras podrán empezar a finales de este año».

El Ayuntamiento tiene prisa para adjudicar unas obras que se han retrasado a causa del comportamiento de la multinacional Ikea, que negoció durante meses y que, finalmente, descartó venir a Tarragona y, por lo tanto, dejó de ser una de las piezas claves en la urbanización del PP-10. Con esta decisión, el modelo que se podría aplicar es el propio de un polígono comercial, aunque también se prevé la construcción de un centro asistencia sanitaria. En este entorno también se tiene que construir la futura Ciudad Deportiva del Nàstic, en más de varias promociones de viviendas, de las que cerca de medio millar irán destinados a protección.