Urbanismo
Fragadis derriba el CRAE Sant Josep y, de momento, no prevé ningún proyecto
La empresa necesitaba el visto bueno municipal para no afectar al acueducto
El derribo del antiguo CRAE Sant Josep está en marcha. Los trabajos, que se han estructurado en diferentes fases, empezaron el 18 de febrero, pero se habían retrasado en las últimas semanas. Aunque la previsión era que la demolición finalizara el 10 de marzo, los operarios todavía no han acabado el trabajo. Ayer, una máquina excavadora tiraba al suelo una parte de lo que queda del edificio y gran parte del inmueble se encuentra ya en ruinas.
Para empezar los trabajos de derribo, Fragadis, la empresa propietaria del edificio, tuvo que esperar una autorización del Ayuntamiento para no afectar a un tramo del acueducto de la Mina de l'Arquebisbe, una obra hidráulica del siglo XVIII protegida como Bien Cultural de Interés Local. En primer lugar, la empresa se centró en limpiar la suciedad que había en el edificio. Las principales razones del derribo son la «seguridad y la salubridad» del espacio, apuntan fuentes de Fragadis. El objetivo es prevenir posibles riesgos y que ninguna persona entre en el edificio. En el interior, además, hay una piscina tapiada.
Aunque en un inicio se había hablado sobre la construcción de un posible supermercado (Fragadis es propietaria de una importante cadena de establecimientos), la empresa explica que, de momento, no prevé establecer ningún negocio ni plantea ningún proyecto en el espacio. Una vez el solar esté vacío, la compañía decidirá qué hacer. Otra posibilidad es que la empresa venda el solar, que adquirió en torno a junio del año pasado.
Un tramo del acueducto de la Mina de l'Arquebisbe se encuentra en el interior del terreno. Esta obra, que empezaba en el municipio de Puigpelat, se construyó para abastecer de agua a la ciudad y se prolongaba a lo largo de unos 20 kilómetros. Actualmente, esta infraestructura que atraviesa el terreno del antiguo CRAE Sant Josep, se encuentra en suelo privado. El plano urbanístico prevé que el propietario del terreno, en este caso Fregadis, libere una zona verde en torno a la obra, si quiere construir cualquier tipo de edificio en el espacio. El jardín se extendería hasta el depósito de vehículos, situado a unos metros del edificio.
El antiguo edificio del CRAE Sant Josep que desaparece para siempre del imaginario colectivo es un inmueble centenario. La Fundació Casa Sant Josep, hoy integrada en la Xarxa Santa Tecla, habilitó en 1912 un reformatorio para niños que habían cometido delitos. La casa era conocida como «el asilo» y fue una de las primeras entidades de Cataluña dedicada a la reeducación de menores.