Visto para sentencia el juicio del hombre acusado de abusar de la hija y de una amiga
El procesado se acoge al derecho de no declarar y la fiscalía mantiene la petición de 22 años de prisión
La Audiencia de Tarragona ha juzgado este jueves a un hombre que está acusado de abusar sexualmente de una hija suya y de una amiga de esta en Tarragona. Durante la vista, tanto el procesado como su hija se han acogido al derecho de no declarar. Sin embargo, la fiscalía ha mantenido la petición de 22 años de prisión porque sostiene que el hombre habría abusado sexualmente de la hija al menos cuatro veces, desde que tenía unos cinco años, y en una ocasión también habría hecho tocamientos a la amiga. Por su parte, el abogado de la defensa ha considerado que durante el juicio no se ha aportado ninguna prueba que permita acreditar los hechos, por lo que ha pedido la absolución.
Según las conclusiones de la fiscalía, el primer caso pasó en el domicilio familiar entre los años 2002 o 2003, cuando la hija tenía cinco o seis años y el padre se habría restregado con la menor dentro de su cama. La segunda situación habría pasado en una autocaravana en Tarragona en diciembre del 2009 donde había el acusado y sus dos hijas. Allí, según la fiscalía, empezó a tocar las nalgas y los genitales de la víctima por encima la ropa.
Entre enero y febrero del 2010, según la fiscalía, en una ocasión el procesado habría introducido los dedos en los genitales de la menor. El último caso habría pasado en el 2014, cuando la chica tenía diecisiete años y estaba con una amiga. Según el ministerio público, el acusado les tocó el culo, tal como ha corroborado la amiga en el juicio.
Según la fiscalía, los hechos constituyen cuatro delitos de abuso sexual por los que solicita tres años de prisión para cada uno, y un delito de abuso sexual con acceso carnal por lo que pide diez años de privación de libertad. En los episodios relacionados con la hija, que actualmente es mayor de edad, concurre la circunstancia agravante de parentesco, según el fiscal.
El ministerio público también pide que el hombre no se pueda acercar a la hija a menos de 500 metros ni comunicarse con ella durante 30 años, y que le pague 5.000 euros por los daños morales. Con respecto a la otra víctima, pide cinco años de alejamiento y una indemnización de 1.000 euros.
La fiscalía ha argumentado que el hecho de que la hija se haya acogido al derecho de no declarar contra su padre «no quiere decir que se retracte o que se desdiga» de aquello que reveló en sede judicial o en una exploración. Sin embargo, ha admitido que el hecho de que la chica no haya declarado puede comprometer el contenido probatorio. Según la defensa, no se han acreditado los hechos ni se ha desvirtuado la presunción de inocencia del hombre, por lo que ha pedido la absolución. El juicio, que ya se había suspendido en enero, ha quedado visto para sentencia.