Vicepresidente de Òmnium Cultural
«¿A socialistas como Ballesteros les parece bien que se persigan votantes del 1-O?»
Marcel Mauri participó el miércoles en un debate en la Rambla Nueva dentro de la campaña 'Juicio a la Democracia'
—¿Cuáles son los objetivos de la campaña 'Juicio a la Democracia' que ha puesto en marcha Òmnium?
—En el juicio en el Supremo se están juzgando los derechos fundamentales y, evidentemente, también el derecho a la autodeterminación, y eso atenta contra los valores fundamentales de cualquier sociedad democrática. Lo que estamos haciendo es salir a las calles a defenderlos. No tan sólo se juzga los doce que hay en la sala del tribunal, sino a toda la gente de este país, una inmensa mayoría, un 80% de la población, que no quiere represión, que quiere ejercer el derecho a decidir y que no quiere que haya presos políticos. Es toda esta gente la que está siendo juzgada en este juicio. Un juicio que, además, tendrá consecuencias también para el resto de ciudadanos del Estado. Los españoles tampoco se merecen este Estado tan injusto y con una calidad democrática tan baja.
—¿El juicio ha conseguido hacer reaccionar la sociedad civil de fuera de Catalunya?
—Es evidente que hay una reacción. Lo vimos el día 16 de marzo, en la manifestación en Madrid, con tantísimos colectivos de todo el Estado que se implicaron. Y la manifestación no la habríamos hecho sin una red de personas y entidades de Madrid que nos acogieron y que se hizo suya la reivindicación. En Òmnium, además, tenemos un ejemplo muy claro. En los últimos meses ha habido más de un millar de personas de fuera de los Països Catalans que se han hecho socios de Òmnium.
—Y la respuesta política de fuera de Catalunya. ¿Cómo la valora?
—Hay una traducción política todavía débil. Aunque hay muchos compañeros que desde Podemos o activismo anticapitalista que están poniéndose al lado de los derechos y las libertades. Mediáticamente, sin embargo, hay un silencio informativo y una voluntad que la ciudadanía española no vea lo que está pasando en el juicio. De hecho, también es lo que pasa en Catalunya, donde suerte tenemos de los medios públicos y privados que informan desde Catalunya, porque los grandes grupos mediáticos controlados por el Ibex 35 no quieren que la ciudadanía sepan la vergüenza de lo que está pasando en este juicio.
—Puede parecer un contrasentido fuera de contexto, ¿pero el juicio está reforzando a Òmnium como entidad?
—Lo que nos está reforzando es la coherencia que mantiene Òmnium desde hace 58 años, y la defensa que siempre hemos hecho de los derechos fundamentales. La coherencia que representaba la Muriel Casals, Jordi Porta y evidentemente el liderazgo de Jordi Cuixart.
—¿La declaración de Cuixart en el Supremo representó un punto de inflexión para la entidad?
—Ya hace unos años que tenemos un crecimiento importante de socios. Desde el año 2010 es un crecimiento imparable, pero es evidente que estos últimos dos años se ha reforzado todavía más. Y está claro que la declaración de Jordi hizo que muchísimas personas decidieran mostrar su solidaridad hacia Jordi, hacia Òmnium y hacia todos nosotros, la ciudadanía de este país.
—¿Cómo valora la decisión de la abogacía del Estado, que ahora pide investigar a votantes del 1-O?
—Es una vergüenza muy grande y nos sabe muy mal. Nos duele mucho porque es la abogacía del Estado, que depende directamente del Gobierno español. Por lo tanto es Pedro Sánchez y su gobierno. Son los que van de dialogantes, de tener un talante abierto y en realidad son los que están haciendo que se nos persiga. Son los que hacen que Jordi Cuixart y el resto de presos, con peticiones de penas de tantos años, estén en el Supremo, con la abogacía del Estado de la mano de la extrema derecha de VOX. Me gustaría apelar a tanta buena gente, y hay mucha, militantes y votantes del Partit Socialista de Catalunya y preguntarlos si consideran que eso es aceptable. Que ahora esta misma abogacía, es decir, en connivencia y por órdenes del gobierno español esté persiguiendo a gente que votó el 1 de Octubre. ¿Eso, un alcalde como el de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, lo encuentra realmente justo? Lo encuentra normal un socialista catalán y catalanista como lo ha sido él. Se está persiguiendo a personas que fueron a votar el 1 de octubre y que lo que hicieron es denunciar que la policía ejerció violencia desmesurada contra ellos.
—¿Las próximas elecciones generales pueden ser determinantes para el futuro de la situación en Catalunya en relación con el Estado?
—Estamos convencidos de que la ciudadanía de este país saldrá a votar pensando en qué hay presos políticos y qué se están vulnerando derechos fundamentales. Estamos convencidos que estas elecciones, igual que las municipales, irán muy bien para el republicanismo y para el soberanismo. Pero pase lo que pase en las elecciones nuestra entidad, que no somos de parte, que somos de todos, seguiremos defendiendo los derechos fundamentales y las libertades. Defenderemos un país donde la lengua y la cultura esté en el centro de todo y de la cohesión social.
—Respecto de la sentencia, ¿tiene alguna confianza en la justicia que se aplicará?
—Tengo mucha esperanza depositada en la gente. En la justicia española, no tengo. Ya desde la instrucción, el juez Llarena, ya evidenció que no buscan justicia, buscan venganza. Nosotros sólo podemos aceptar la absolución. Cualquier cosa que no sea eso, será una vergüenza. Sólo con que les 'caiga' un día, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, ya hará dos años que estan en prisión, si sale la sentencia después del verano. De hecho, si la sentencia fuera ahora, sería un año y medio en la prisión. No hay justicia. No hay separación de poderes en el Estado español. No diremos nunca que el Estado español no es una democracia, pero si decimos que lo que está pasando los últimos meses y con este juicio pone en riesgo la democracia y que es de muy baja intensidad.
—Por la sentencia, pero también por todo el proceso catalán, ¿Europa está donde se tendrá que resolver el conflicto?
—De unas instituciones europeas y una Europa que deja que en el Mediterráneo cada día muera gente, intentando encontrar un futuro mejor no podemos esperar nada. Pero si de la ciudadanía, de las ONG. De los partidos políticos, incluso, y de los parlamentos esperamos muchísimo. Desde Òmnium hemos empezado a hacer una campaña muy potente, con la cual queremos impactar a más de 20 millones de europeos de varios países, para movilizarlos y que interpelen a sus gobernantes y que la sociedad civil europea tenga conocimiento de que está pasando aquí. Lo hemos visto: cuando tienen información, hay reacción, y es una reacción siempre positiva.