El parking disuasivo del Francolí entrará en servicio esta semana

El aparcamiento disuasivo del margen derecho del río Francolí, localizado en un espacio que antiguamente correspondía a la carretera de Constantí y que el pasado enero fue traspasado por el Estado al Ayuntamiento de Tarragona, entrará en servicio esta semana, una vez han finalizado los trabajos de adecuación del espacio que ocupa, muy próximo al trazado de la antigua N-340 y en un extremo del puente que facilita superar el cauce del río en el tramo de la avenida de Roma.

El aparcamiento dispondrá de 220 plazas y los usuarios tendrán que abonar un euro al día para su utilización, de lunes a viernes. Los sábados y domingos, será gratuito. El coste aproximado de las obras ha sido de más de 83.000 euros y el área municipal responsable del proyecto ha sido la de Movilidad y la empresa de Aparcamiento Municipales que preside el concejal Josep Acero.

Los conductores que opten por dejar su vehículo en el nuevo aparcamiento disuasivo dispondrán de dos paradas de autobús del EMT que facilitarán el traslado al centro de la ciudad y a los barrios de Ponent.

El proyecto ha consistido en asfaltar, pintar y adecuar la zona para facilitar el acceso y la distribución de los vehículos y, también prevé una mejora del alumbrado de la zona, la habilitación de un paso de peatones en la antigua N-340. El proyecto también contempla la instalación de semáforos para regular el acceso y la salida a pie del aparcamiento. Esta actuación se ha demorado unos meses porque estaba pendiente del traspaso definitivo de las carreteras propiedad del Estado al Ayuntamiento de Tarragona.